River se fue de Tucumán con más dudas que certezas. El 2-0 sufrido en el Monumental José Fierro no solo lo hizo perder la punta de su zona en el Clausura, sino también el invicto, en una noche que terminó siendo un papelón para el equipo de Marcelo Gallardo. La decisión de guardar a todos los titulares, pensando en la revancha copera contra Palmeiras, terminó saliendo cara: los suplentes y juveniles mostraron una versión frágil, imprecisa y sin respuestas frente a un Atlético Tucumán que fue pura intensidad.
El plan era claro: cuidar piernas para “la cita del año” en Brasil. Pero lo que quedó en evidencia es que River, sin Enzo Pérez, Armani, Pezzella, Acuña ni Nacho Fernández, se quedó sin identidad y sin jerarquía. Gallardo apostó por debutantes como Agustín De la Cuesta, de 19 años, y le dio rodaje a jugadores con poco recorrido, pero el presente le devolvió un golpe durísimo: el equipo se vio desordenado, liviano y demasiado vulnerable.
Atlético entendió rápido la oportunidad. De entrada lo presionó arriba y en cada pelota parada hizo temblar al fondo millonario. Tras un primer aviso de Leandro Díaz —anulado por el VAR—, llegó el gol: un córner mal resuelto por Jeremías Ledesma derivó en el cabezazo del paraguayo Clever Ferreira para el 1-0. Desde ahí, el desconcierto se multiplicó. El Loco Díaz fue una pesadilla para la defensa de River y el equipo de Pusineri, sin brillar, dominó a un rival confundido.
En el complemento, el panorama no cambió. River no encontró sociedades en el medio ni peso ofensivo arriba, con Borja ausente y Quinteros y Colidio apagados. Atlético, en cambio, siguió firme y sentenció la historia con un penal claro: Boselli derribó a Laméndola y Leandro Díaz lo cambió por gol para el 2-0 final.
El saldo fue lapidario: River perdió el partido, la punta y el invicto. Gallardo defendió su decisión de priorizar la Copa, pero entre los hinchas la pregunta quedó flotando: ¿hacía falta resignar tanto en el torneo local y exponer al equipo a una derrota de este calibre? Atlético, en cambio, celebró fuerte: cortó su mala racha y se metió otra vez en la pelea por la clasificación.