Este domingo se celebra el Día del Estudiante y, en ese contexto, Tiempo de San Juan se preguntó qué situaciones preocupan y, por ende, forman parte de las características de los jóvenes sanjuaninos de hoy en día. A través de la consulta a una psicóloga especializada y el resultado de una encuesta realizada en nuestra página web, se mostró que la realidad que los atraviesa está signada principalmente por la incertidumbre sobre su presente y su futuro. La presión social, las dificultades económicas, las transformaciones culturales y la exposición constante en las redes son algunos de los factores que moldean sus principales inquietudes.
La psicóloga especializada en adolescencia, Silvana Bellotti, advierte que actualmente existe un trasfondo emocional complejo en este grupo etario: “Lo que veo en el consultorio o con los alumnos de la facultad es que entre sus preocupaciones expresan la ansiedad, que se sienten desmotivados, con mucha presión. Muchas veces mencionan la angustia, la depresión y el estrés como sentimientos centrales”, manifestó.
Según Bellotti, los jóvenes manifiestan una fuerte necesidad de ser escuchados sin ser juzgados. En su práctica profesional observa que “piden hablar de lo que sienten cuando los adultos les damos espacio”.
Pero junto a estas demandas emocionales, aparece con fuerza la incertidumbre sobre el futuro: “Ellos se preguntan si van a encontrar trabajo, cómo enfrentarán la falta de oportunidades. Tienen mucho conocimiento de la economía, pero muchos se quedan en el presente porque al futuro lo ven incierto”.
A este escenario se suman problemáticas vinculadas al mundo digital. La psicóloga señala que el acoso en redes y las comparaciones constantes impactan en la construcción de la autoestima y en la posibilidad de establecer relaciones auténticas. Además, menciona con preocupación el incremento en el consumo de alcohol, drogas y vapeadores: “Algunos adolescentes me dicen: ‘Duró tan poquito el vaper porque fumé mucho y me duró menos tiempo’. Ellos mismos notan cómo canalizan la ansiedad por estas vías”.
Las situaciones de violencia intrafamiliar y los hechos delictivos que involucran a adolescentes también se presentan como parte de su cotidianidad. Todo esto se combina con un proceso natural de la edad: la búsqueda de identidad, la necesidad de responder quiénes son y qué lugar ocupan en el mundo.
En ese sentido, Bellotti subraya la importancia de abrir canales de diálogo: “Escucharlos es fundamental, porque cuando sienten que hay un espacio habilitado se abren, muestran lo que les pasa. Los jóvenes de ahora no solo están atentos a lo que ocurre afuera, como la economía o la violencia, también están atravesados por una gran ansiedad y miedo ante la posibilidad de encontrar sus proyectos de vida”.
La encuesta, con acento en la economía y la presión social
Por su parte, el sondeo realizado por este medio revela un panorama similar, que refleja tanto preocupaciones concretas como percepciones sobre la juventud actual. La situación económica y laboral concentra gran parte de la atención: un 21,7% (1.277 votos) de quienes respondieron señalaron la economía propia o familiar como su principal inquietud, mientras que un 18,3% (1.080 votos) expresó temor por no conseguir trabajo y un 16,1% (950 votos) puso el foco en la educación y el desarrollo profesional.
Estos números confirman la visión de los especialistas: los jóvenes viven con una fuerte conciencia de la incertidumbre económica y sienten presión por construir un futuro estable en un contexto que perciben como incierto y competitivo.
Pero el análisis no se limita al ámbito económico. Otro grupo relevante de participantes, correspondiente al 14,3% (845 votos), mostró preocupación por las relaciones sociales y familiares, lo que evidencia que los vínculos, tanto cercanos como afectivos, siguen siendo un punto sensible en la vida de los jóvenes. La política, mencionada también por un 12,2% (718 votos), refleja que, aunque muchos adultos puedan subestimar el interés de esta generación por lo público, los adolescentes y jóvenes se muestran atentos a los cambios sociales y a cómo estos impactan en sus oportunidades.
Un dato que merece atención es que un 17,4% (1.029 votos) de los encuestados consideró que los jóvenes no se preocupan por “temas profundos”. Esta percepción, sin embargo, contrasta con lo que los psicólogos observan en la práctica diaria: detrás de la imagen de despreocupación existe un fuerte malestar interno, marcado por ansiedad, angustia y presión por cumplir con expectativas académicas, sociales y personales.