Independiente Rivadavia de Mendoza escribió una de las páginas más gloriosas de su historia. En una final inolvidable, el equipo de Alfredo Berti se coronó campeón de la Copa Argentina tras vencer a Argentinos Juniors por 5-3 en los penales, luego de empatar 2-2 en el tiempo reglamentario.
El encuentro fue una verdadera montaña rusa de emociones. La Lepra tomó ventaja con los goles de Álex Arce y Matías Fernández, pero el esfuerzo físico y las expulsiones de Franco Amarfil y Alejo Osella lo obligaron a resistir con nueve hombres durante el tramo final del partido. Esa inferioridad numérica fue aprovechada por el Bicho, que igualó el marcador con tantos de Alan Lescano y Erik Godoy.
El cierre fue dramático: Ezequiel Centurión, figura en semifinales, se retiró lesionado y no pudo estar en la tanda definitoria. Entonces apareció la figura de Gonzalo Marinelli, quien atajó el penal de Tomás Molina dos veces, después de que se repitiera el primer intento por adelantamiento.
El broche de oro llegó con Sebastián Villa, que no falló su disparo ante Chiquito Romero y desató la locura en el estadio: Independiente Rivadavia campeón y clasificado a la Copa Libertadores 2026, el torneo continental que disputará por primera vez en su historia.
Con este título, el conjunto mendocino se suma a Platense y Rosario Central entre los equipos argentinos que ya aseguraron su lugar en la próxima edición del certamen internacional. Aún restan definirse los cupos correspondientes al campeón del Torneo Clausura y al segundo y tercero de la Tabla Anual, que completarán la nómina de clasificados.
La Lepra celebró a lo grande: un equipo que llegó desde el ascenso, se animó a soñar y terminó tocando el cielo con las manos.