Jordania vive el capítulo más emocionante de su historia futbolística y lo hará con un desafío gigante en el horizonte. Enfrentar a la Selección Argentina el sábado 27 de junio, en el cierre del grupo, con horario aún a definir. Será el primer Mundial de los Nashama y, además, el duelo que marcará el último compromiso de la “Albiceleste” en la fase inicial del 2026.
Tras nueve intentos fallidos y décadas de sueños postergados, Jordania rompió finalmente la barrera. La clasificación llegó después de un camino intenso en las Eliminatorias asiáticas, donde comenzó con dudas pero terminó con autoridad. En la segunda ronda, un empate ante Tayikistán y una derrota frente a Arabia Saudita parecían repetir viejos patrones. Sin embargo, el equipo reaccionó: encadenó cuatro triunfos seguidos -incluido un 7-0 histórico ante Pakistán- y ganó su grupo por diferencia de gol, relegando a los sauditas.
En la tercera fase, la historia tomó impulso definitivo. Con el marroquí Jamal Sellami al mando y un tridente ofensivo temible -Mousa Al-Tamari, Yazan Al Naimat y Ali Alwan-, Jordania sumó 16 puntos y aseguró su pasaje directo tras golear 3-0 a Omán y capitalizar la caída de Irak ante Corea del Sur. Así, los Nashama se quedaron con el segundo puesto de la zona y celebraron la clasificación más trascendente de su historia.
Hoy ocupan el puesto 66° del ranking FIFA y llegan a la cita mundialista con una confianza inusual para un debutante. El crecimiento no es casual: en 2024, Jordania sorprendió al continente alcanzando la final de la Copa Asiática, un logro que ya había anticipado el salto de calidad del plantel. Incluso antes, en las Eliminatorias rumbo a Brasil 2014, quedaron a las puertas de un boleto mundialista, cayendo en el repechaje ante el Uruguay de Suárez, Cavani y Forlán.
Entre sus figuras aparece el nombre que enciende la ilusión: Mousa Al-Tamari, capitán y referencia de 28 años, apodado “el Messi jordano” por su talento y desequilibrio. Brilló en el APOEL de Chipre y hoy se desempeña en el Stade Rennes francés, siendo la pieza más destacada de un equipo que combina garra, velocidad y ambición. Yazan Al Naimat y Ali Alwan completan un ataque que resultó decisivo en la campaña clasificatoria.
El arquitecto del presente es Jamal Sellami, exmediocampista marroquí y mundialista en Francia 1998. Desde su llegada en 2024, fortaleció la estructura defensiva y consolidó un estilo dinámico que redujo las grietas históricas: Jordania solo cayó en dos de los doce partidos disputados, marcó 19 goles y encajó apenas ocho.
La mayoría del plantel se nutre de ligas regionales, con un nivel competitivo moderado pero un sostén económico sólido. La excepción que hace la diferencia es Al-Tamari, único embajador en el fútbol europeo.
Con esta clasificación, Jordania se prepara para vivir su primera Copa del Mundo con la ilusión intacta. Y en ese viaje inolvidable, el partido frente a la Argentina -en Kansas City, el 27 de junio- será el momento cúlmine: el cruce que pondrá a prueba su sueño más grande frente al campeón vigente.