San Lorenzo consiguió un triunfo clave y muy trabajado ante Riestra, uno de los punteros del campeonato. En un encuentro tenso, con fricciones y un rival incómodo, el equipo de Leandro Auyde logró sacar adelante un partido que venía cuesta arriba y se quedó con tres puntos vitales para sus aspiraciones de clasificar a los playoffs.
El único gol del encuentro llegó a los 51 minutos del segundo tiempo, cuando Alexis Cuello definió con una gran pirueta tras una rápida contra que nació desde el área azulgrana. La jugada tuvo a Ezequiel Cerutti y al juvenil “Zorrito” Ladstatter como protagonistas, en una combinación precisa que hizo estallar al Nuevo Gasómetro.
El Ciclón había tenido el dominio del balón durante buena parte del primer tiempo, aunque sin demasiada profundidad frente a una férrea defensa de cinco hombres del conjunto visitante. El mediocampo, liderado por Nicolás Tripichio e Ignacio Perruzzi, fue clave para mantener el equilibrio en un partido que por momentos se volvió trabado y áspero.
Riestra, fiel a su estilo, apostó a la fricción y al juego físico, y apenas inquietó con una pelota parada que exigió una gran respuesta del arquero Gill. Pero en la segunda mitad, San Lorenzo mostró carácter, velocidad y temple para aprovechar la oportunidad más clara del partido y convertirla en gol.
El final fue con tensión, cambios defensivos y el Gasómetro vibrando con el canto de “Vamos, vamos los pibes”, el grito que acompañó el desahogo de una hinchada que venía golpeada por los problemas institucionales y la deuda salarial del plantel.
Con este resultado, San Lorenzo se acomoda entre los ocho mejores de la Zona B y en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana 2026, mientras que Riestra podría perder la cima del grupo. Un triunfo que vale más que tres puntos y que devuelve ilusión a un equipo que, entre turbulencias, sigue en pie.