Perfume de gol: los secretos de la leyenda andante del periodismo deportivo de San Juan
Mario Castro celebra su día del periodista deportivo número 42, que son la cantidad de años de carrera que lleva sobre el lomo y que también le inflan el pecho.
"A la profesión le he dado todo. Si mañana muero y vuelvo a nacer, sería periodista otra vez".
Con esas palabras, Mario Castro, uno de los periodistas deportivos con más trayectoria en San Juan aún en actividad, arranca su propio relato. Bicho de radio que supo brillar en las épocas doradas de Radio Colón, repasa sus mejores momentos con ritmo de transmisión. Dueño de un estilo único y creador del latiguillo 'perfume de gol', celebra más de 42 años de carrera y en el día del periodista deportivo fija las máximas de su propia escuela.
Quien apenas con 17 años coqueteara con los micrófonos de la radio y aceptara realizar cualquier tipo de tarea, convirtiéndose en el 'che pibe' del lugar, con tal de ser periodista deportivo, reconoce que gracias a la profesión cumplió su sueño de recorrer el mundo. Con los mundiales de hockey y con el ciclismo de la mano del Payo Matesevach pasó por Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y hasta África, donde una guerra civil lo sorprendió cuando visitaba Angola.
Conocer a su referente, el emblemático periodista Horacio García Blanco, y compartir años de trabajo con Hugo Rodríguez, una leyenda de la profesión que ya no camina por las calles sanjuaninas, han sido sus mayores satisfacciones como así también las experiencias vividas en cada viaje, en cada transmisión, en cada grito, en cada suspiro.
Cuántos goles habrá gritado, sólo Dios y esas cuerdas vocales lo saben. "El relato es una pasión. No podría hacer otra cosa", confiesa con encanto, tan convencido que cualquiera que lo escucha no seria capaz de ponerlo en duda ni un segundo. Y mientras algunos relatores quisieron acoplarse al establishment, él quiso ser diferente, imprimir su propio sello y !vaya qué lo hizo!
"Quise ser reconocido por una frase particular, pero a decir verdad, fue pura suerte. Se me ocurrió decir 'perfume de gol' cuando creía que una jugada podía terminar en gol y probé. A la primera le pegué y a la segunda, también. Desde entonces fue mi marca", cuenta el hombre que todavía convive con el micrófono por las mañanas de una Colón renovada.
Qué no le puede faltar a un buen periodista. "La memoria es clave. Cuando relataba a un equipo que no conocía, memorizaba lo más rápido posible a los jugadores, trataba de identificarlos por su forma de caminar, sus gestos, porque muchas veces no se les veía ni el número", recuerda.
A pesar de la habilidad necesaria, lo que para Castro haría de un buen profesional es la conciencia del rol que se ocupa como comunicador. "Ser serios y respetuosos abarca todos los ámbitos, pero para ser responsables con lo que decimos ante tanta gente oyendo es un desafío", señala.
La computadora y el internet en exceso limitan el trabajo, según el especialista que aconseja: "La noticia está en la calle".
Es bodeguero y se la banca. Un principio común entre periodistas deportivos sostiene que 'nadie descubra de qué equipos sos' porque puede ser contraproducente. Sin embargo, el experimentado cronista asegura que eso no es un problema para él y que por ello admitió hace un buen tiempo ser hincha de Del Bono.
"Como tampoco veo con mala cara al periodismo partidario, creo que decir uno por qué cuadro hincha está bien y no debería estar en tela de juicio, tampoco. Si el trabajo se hace bien, con compromiso, no van a quedar dudas", agrega.
Olvidate de los findes. Y sí, todo no es color de rosa para los que emprenden la actividad. Como cada evento deportivo tiene desarrollo los fines de semana, cuando todo el mundo descansa, los periodistas deportivo trabajan y esto no ha sido un impedimento para su disfrute.
"Creo que el sacrificio de perder tiempo compartido con la familia es el precio que hay que pagar por ser esto que amamos. Cumpleaños de mis hijos perdidos por los viajes o no poder tener un asado de domingo son cosas que he tenido que afrontar, pero así es la profesión", confiesa.
La alegría más grande. Emotiva voz que describió con precisión de cirujano los ascensos de San Martín, y sus relatos se inmortalizaran junto a la épica de los deportistas, concluye que ganarse el respeto del ambiente y de los colegas es una gran recompensa, aunque que su legado tenga continuidad con su hijo es lo que realmente le hace temblar las rodillas.
"Al principio estaba reacio a que se convirtiera en periodista como yo, pero con el tiempo descubrí que tenía que ser así. Que quiera seguir mis pasos me conmueve y me llena de orgullo", asevera.
Una huella difícil de borrar. Con una calidad humana que se percibe cuando se cruzan las primeras palabras con él, el protagonista que pasó por Radio Sarmiento y trabajó con Rony Vargas se mantiene humilde y no renuncia a sus valores. Pese a algunos problemas de salud que lo alejaron un tiempo de su actividad, reconoce que aún puede darse el lujo de estar al aire y hasta que pueda lo hará.
Con los auriculares bien puestos, pide espacio y desliza su data. Con un tono diferente, como si recitara un versito de memoria, ofrece información de primera mano a sus fieles oyentes, con los que mantiene un ida y vuelta particular. Con una mirada que brilla como la primera vez que pisó un campo de juego para relatar cuando recuerda lo vivido, concluye:
"No todos tenemos la suerte de poder vivir de lo que nos gusta. Yo por eso he sido bendecido".