El triunfo de River sobre Vélez por 3-0 provocó discusiones desde el comienzo entre los futbolistas y el cuerpo técnico del Fortín con la terna arbitral encabezada por Fernando Rapallini, protagonista de la noche con sus controvertidos fallos.
No hubo que esperar mucho para la primera polémica, ocurrida a los ocho minutos de juego cuando el mediocampista Blas Cáceres se fue expulsado tras intentar dar un codazo a Andrés D'Alessandro. La decisión no se cuestiona porque el reglamento indica con claridad que "dar o intentar dar" un golpe es jugada de roja. El debate surge a partir de la no sanción al jugador de River por su peligroso accionar en la finalización de la jugada cuando levantó las piernas de manera grosera contra el paraguayo, además de la exageración en la caída que terminó de convencer al árbitro.
El partido se había puesto complicado para Vélez desde el inicio y fue más dificultoso al final del primer tiempo con el penal que Rapallini cobró en favor de River por falta de Cristian Nasuti sobre Sebastián Driussi. ¿Hubo falta? Sí. Pero antes de esta acción el delantero Millonario se llevó la pelota con la mano y esto no fue advertido por el juez. A esa altura los jugadores de la visita no lo podían creer pero no sería todo…
(Fuente: Infobae)