En una decisión basada en criterios técnicos y estratégicos, se llevará a cabo una perforación de casi 100 metros de profundidad en el centro mismo de la Plaza de Calingasta. La obra, que será ejecutada por Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE), busca garantizar el acceso al agua potable en una zona donde la infraestructura actual corre serio riesgo de colapso.
La elección del punto exacto generó cierta resistencia inicial entre los vecinos, preocupados por el impacto en uno de los espacios públicos más representativos del pueblo. Sin embargo, luego de diversas asambleas informativas encabezadas por autoridades de OSSE y del Municipio, la comunidad comprendió la urgencia y la necesidad de intervenir en ese lugar específico. Finalmente, se logró el acuerdo para avanzar con el proyecto.
La ubicación dentro de la plaza no fue una decisión improvisada, sino el resultado de un análisis técnico que determinó que ese punto ofrecía la mejor combinación de condiciones para llevar adelante la obra. Se trata de un sector que permite acceder a una napa subterránea con excelente calidad y caudal de agua, y que, además, se encuentra muy cerca de la red de distribución de agua potable existente, lo que permite realizar la conexión sin necesidad de grandes obras complementarias.
Otro factor clave fue la ubicación estratégica para el abastecimiento. Desde allí se podrá dar respuesta no solo a los barrios que actualmente sufren problemas de provisión, sino también a zonas de crecimiento futuro, como la que incluirá al hospital Aldo Cantoni, que se construirá a tan solo tres cuadras. Además, al tratarse de un terreno ya perteneciente al municipio, se evitó la necesidad de expropiaciones, lo que facilitó la planificación y redujo los costos.
Alternativas como perforar cerca del cerro fueron descartadas por las dificultades que presenta el suelo rocoso, y hacerlo en cercanías del río también quedó fuera de consideración, ya que el nivel está por debajo de la red actual y hubiera requerido un sistema de impulsión por bombeo, encareciendo y complejizando el proyecto.
La obra tendrá un costo aproximado de $200 millones, financiados a través del fideicomiso minero de Casposo. Su ejecución permitirá asegurar el suministro de agua potable para toda la zona de influencia, en un momento en el que la perforación actual podría dejar de funcionar de manera definitiva, lo que obligaría a abastecer a los vecinos mediante camiones cisterna hasta que se encontrara una solución definitiva.