Ante una mayor exposición al sol y más horas al aire libre, la piel necesita de cuidados especiales para retrasar las arrugas y evitar la aparición de manchas. En ese contexto, el agua termal se convierte en un producto noble como poderoso que cada vez gana mayor terreno gracias a sus objetivos: refrescar, calmar y devolver equilibrio de la piel en segundos.
En primavera y verano se convierte en un aliado indispensable, porque calma, hidrata y refresca sin resecar la piel del rostro, que debido a su exposición tiene cuidados especiales, como cremas o brumas especiales para la cara.
Además, es versátil y seguro, y su practicidad hace que lo podamos usar en cualquier momento del día.
Por qué el agua terminal es un indispensable en la rutina
Más allá de las “modas beauty”, el uso del agua termal tiene décadas de respaldo dermatológico, aunque en los últimos tiempos gracias al auge de los virales de belleza ha ganado más protagonismo. Su composición rica en minerales y oligoelementos, ayuda a calmar la piel sensible, reducir la irritación y aportar confort inmediato.
Al comenzar a utilizarla, se la puede incorporar después de la rutina de limpieza facial. También para eliminar impurezas residuales y preparar la piel antes del tratamiento o la hidratante. Funciona a su vez como un refresco instantáneo en los días calurosos o después del ejercicio.
Su formato en spray la vuelve ideal para tener siempre a mano, en la cartera o el bolso de playa.
Diversos estudios demostraron que el agua termal posee propiedades calmantes, antiinflamatorias y antioxidantes. Por eso, es frecuente su uso en pieles con tendencia a la rosácea, eccema o dermatitis atópica, y también como complemento después de procedimientos dermatológicos o exposición solar.
Los beneficios del agua termal en la piel
- Comodidad: Es un producto perfecto para llevar en la cartera o en el bolso los días de altas temperaturas
- Refresca en segundos: el spray baja hasta 2°C la temperatura cutánea en apenas 3 minutos.
- Calmante inmediato: después de la exposición al sol o tras hacer deporte al aire libre, rociar agua termal ayuda a disminuir el enrojecimiento y la sensación de tirantez.
- Perfecto para pieles sensibles: alivia molestias como picazón o ardor que pueden intensificarse en épocas de calor y humedad.