El fuerte temporal de nieve, lluvia y viento en la alta montaña mendocina y chilena de los últimos días provocó grandes socavones y desprendimientos de rocas del otro lado de la Cordillera de los Andes, lo que puso en alerta a las autoridades argentinas, que decidieron tomar “medidas excepcionales”. Entre ellas, cerrar el paso por siete días y se pidió que los transportistas locales y nacionales regresen a sus hogares o bien evacuar las zonas donde se encuentren demorados, al tiempo que se brindará atención especial a los extranjeros que ya se encuentran en Mendoza.
Así, frente a este complejo escenario, calificado de “catástrofe climatológica”, se procedió a la interrupción total del corredor internacional, lo que generó que más de 3000 camiones quedaran varados del lado argentino, según indicaron desde la Coordinación Operativa de Frontera. En tanto, la apertura del Paso Cristo Redentor no se producirá en los próximos días, como se había previsto, sino que los trabajos chilenos de infraestructura vial podrían demorarse hasta una semana. Una situación similar se registra en el sur mendocino: se debió suspender el Paso Pehuenche, ya que la crecida del río Grande generó destrozos en la ruta 145.
Desde Chile confirmaron también que el Complejo Los Libertadores se mantiene cerrado “debido a que la ruta internacional desde Guardia Vieja hasta la boca del túnel Cristo Redentor se encuentra con derrumbes y deslizamiento de tierra. Vialidad trabaja en la vía y en la evaluación de sectores afectados por lluvias”, indicaron desde la Unidad de Pasos Fronterizos, dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile.