El movimiento sísmico más grande desde 1977. Este lunes a las 23.46, un terremoto de 6,4º sacudió San Juan y ocasionó múltiples daños en todo el territorio, fundamentalmente en Sarmiento, Pocito y Rivadavia. Las imágenes del temblor recorrieron el país y el mundo, y hasta ocasionó la llegada de urgencia del presidente Alberto Fernández. Sin embargo, a nivel micro, cada sanjuanino vivió la catástrofe de una manera distinta. Tiempo de San Juan recepcionó, a través de su Facebook, diferentes experiencias de quienes relataron en primera persona cómo vivieron ese momento que pasará a la historia.
"Estaba en mi casa, en un segundo piso viendo tele, y de repente empieza a crujir todo, y verdaderamente no es por exagerar, creÍa que el monoblock se caía. Fueron los segundos más largos de mi vida, y estaba con mis hijos y mi madre, no no podías salir hasta que no parara, se escuchaban gritos de todos lados, sirenas, alarmas de autos, muy feo el momento", contó Camila Arrieta. Para ella la experiencia fue traumática. Sobre todo por el sonido que provoca el movimiento de las placas tectónicas.
Un joven que viven en el centro capitalino dijo: "Acá en un 2do piso, en Mitre y Alem, me voló todo por el aire, muy fuerte. Se cayó todo: lámparas, bibliotecas, frascos, un termo con agua caliente del cual me salve de suerte. Espantoso lo que viví, no se lo deseo a nadie, acá sigo levantando mis cosas rotas". En la misma línea, una sanjuanina relató que estaba "acostada con mi hijo. Me quedé en la cama pensando que ya se pasaría. Cuando fue más fuerte lo agarre a mi bebé y me quedé sentada el marco de la puerta en posición fetal cubriendo a mi bebé. Me asuste muchísimo pero intenté estar tranquila".
También hubo lugar a anécdotas que rozan lo tragicómico. Graciela Arroyo dijo que estaba viendo en la televisión la película de terror It 2. Justo en uno de los momentos más atemorizantes del film se apagó la luz y comenzó el terremoto. "Mis hijos gritaron de miedo", narró la mujer. Otras situaciones fueron francamente desesperantes. "A mí me dio miedo me quedé encerrada con mis tres hijos no podía abrir la puerta. Mi papa inmóvil, mi mamá me gritaba, y no lo podía contestar. Muchos nervios", relató Claudia Riveros.
El movimiento sísmico también se sintió en provincias del país. La mendocina Eugenia Salinas contó que ella reside en Lavalle y que "se escuchó como si llegara un viento fuerte". "Se movían los arboles, el agua de la pileta, sonaban las alarmas de los vehículos. La verdad fue muy feo. No podíamos estar en pié", dijo Salinas, que a esa hora de la noche estaba en el cumpleaños de su hermana.
Naturalmente, hay testimonios desoladores, familias enteras en la calle, a la espera de ayuda que el Gobierno provincial dispuso. Muchas personas perdieron su casa, o gran parte de ella. De momento, Desarrollo Humano está recorriendo los barrios y asentamientos afectados, como es el caso del asentamiento Pellegrini, en La Bebida.