Probar las mejoras para la red del sistema eléctrico, analizar el uso de las energías no renovables y, sobre todo, estudiar cómo almacenarlas para su uso, un tema que actualmente ocupa a especialistas de los grandes países del mundo; esas son las principales funciones del Simulador Digital en Tiempo Real que acaba de llegar a San Juan. El aparato fue inaugurado en el Instituto de Energía Eléctrica, perteneciente a la Universidad Nacional de San Juan y al Conicet, en el marco de su aniversario número 50. Se trata de una revolucionaria máquina, única en el país y de las que hay sólo tres en la región.
“En el año 1983 compramos un Simulador en Tiempo Real analógico que nos permitió comenzar a modelar las redes eléctricas y experimentar sobre ellas sin tener que hacerlo sobre las redes reales. En diferentes condiciones que las actuales, nos posicionó como uno de los principales centros de Argentina, por ser los primeros en contar con esa tecnología. Eso se repite ahora, con la llegada de un Simulador con similares características, pero digital, actualizado a los sistemas de hoy”, comentó Marcelo Molina, director del Instituto, en referencia al simulador de origen canadiense marca Opal Tecnologías, “el más avanzado en el mundo”, subrayó.
Para continuar explicó que, “este hardware digital que se maneja a través de con computadoras nos permite hacer pruebas tal y como si estuviéramos trabajando sobre la red eléctrica real, sin ponerla en riesgo. Pero, además, con él podemos empezar a analizar el modo de almacenamiento de la energía no renovable, para poder incluirla en el sistema en los momentos en los que es necesario”.
En relación al problema que genera incertidumbre en el mundo, Molina indicó que, “estamos actualmente en una transición, pasando del viejo sistema convencional de energía a las energías renovables, libres de carbono. Acá en San Juan, por ejemplo, se está desarrollando el sistema de energía solar. Cuando no es mucha la cantidad de energía de este tipo, no hay problema. Pero cuando tengamos más, va a ser complicado. Para paliar este problema, que ya se está registrando en los países más desarrollados, hay que encontrar almacenadores, de los cuales hay muchos tipos. Uno que está evolucionando y que estamos por comenzar a probar, son las baterías de iones de litio. Se trata de baterías muy rápidas que, ante un corte de energía, se pueden conectar de inmediato para reestablecer el servicio. Con este simulador, vamos a poder investigar su uso”.
En ese contexto acentuó: “En un futuro, sin almacenamiento no se va a poder trabajar. Algunos países ya lo necesitan, en Alemania ya te exigen una proporción de almacenamiento cuando incorporás energía”.
En cuanto al alcance del uso del nuevo simulador, Molina indicó que, se utiliza para el desarrollo de las tesis de investigación de los alumnos y también permite hacer transferencias para el uso en la sociedad. “Muchos países piden que, previo a su puesta en funcionamiento, los sistemas se prueben sí o sí estos en este tipo de equipos. O sea, contar con este recurso para nosotros es muy importante, teniendo en cuenta que es el único en el país”, señaló.
El proceso de adquisición
Para poder adquirir el Simulador, el Instituto presentó un proyecto en el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el marco del programa federal “Equipar ciencia”. Finalmente, ese proyecto fue uno de los aprobados y el equipo fue el primero en ser comprado por el Ministerio entre todos los ganadores.
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Las autoridades de la Facultad de Ingeniería inauguraron el laboratorio en el que se instaló el Simulador, esta semana.
El Simulador, que tuvo un costo de 130 mil dólares, llegó a San Juan este miércoles y el Instituto ya tenía la sala lista para su puesta en funcionamiento. “Es una alegría que haya llegado porque muchas tesis se estaban planificando con el uso de este sistema y no tenerlo nos obligaba a enviar a los alumnos afuera del país, especialmente a Europa. Ahora, van a poder realizar todo el proceso aquí”, celebró Molina.
Y agregó: “No tenerlo nos estaba limitando, porque para la validación de muchos estudios que realizamos nos pedían sí o sí su uso. Estábamos analizando alquilar algún sistema en forma remota. Pero por suerte, ya no vamos a tener ese tipo de complicaciones”.