Camila quería que su negocio funcionara, con 22 años se estaba lanzando al mercado con su propio emprendimiento y necesitaba un nombre "que pegara", dice.
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SUSCRIBITECamila quería que su negocio funcionara, con 22 años se estaba lanzando al mercado con su propio emprendimiento y necesitaba un nombre "que pegara", dice.
De chica, su infancia había estado marcada por la marca de chocolates Felfort. "Mi abuelo siempre me compraba paragüitas y chupelatines", reconoce. Así que el nombre de su local llegó solo. "El Comandante".
El drugstore "El Comandante" está ubicado en Avenida Libertador, frente al barrio Campodónico, en Santa Lucía. Cuando uno pasa el puente de Circunvalación de Oeste a Este, la zona comercial del departamento lo invade, hay mucha oferta: panaderías, heladerías, bares, negocios de ropa. Sin embargo, tras hacer unos metros, llama la atención una enorme imagen de Ricardo Fort en la vidriera de un comercio. Mirando un poco más en detalle, también se pueden ver dos frases icónicas del ex mediático fallecido el 25 de noviembre de 2013: "Basta Chicos" y "Mamaaaaaaaaa, cortaste toda la looooz".
"Él es icónico y queríamos que la gente se acordara de nuestro negocio, que le quedara grabado el nombre. No podíamos ponerle Ricardo Fort por una cuestión de drechos de imagen así que se nos ocurrió El Comandante", asegura Camila.
El color también era importante porque Camila no quería "un drugstore ploteado con rojo como todos los drugstores". Así que eligieron el amarillo y el violeta. Afuera del negocio también hay algunas sillas dispuestas para quien quiera tomar algo en la vereda y todos los empleados que trabajan en "El Comandante" tienen sus remeras con el rostro del excéntrico millonario.
"Con este nombre hicimos la reinauguración el 29 de junio de 2023. Tenemos el proyecto de ampliarnos y plotear también nuestra camioneta", dice la joven. Hoy, el drugstore "El Comandante" ofrece una amplia variedad de vinos, fiambres, golosinas, snacks, todo tipo de bebidas sin alcohol y reconocen que el lugar ya les quedó chico.
Como se trata de un personaje que fue amado por chicos y grandes el nombre pensado por Camila pegó y admite que el negocio va muy bien, a pesar de los vaivenes económicos del país.
"Todo el mndo conoce a Ricardo Fort. A nosotros nos pasa que ya saben dónde es el local porque tal vez pasaron y les llamó la atención aunque nunca hayan entrado a comprar", afirma.
Un poco a modo de agardecimiento y otro para hacer honor a esos dulces que marcaron su infancia, Camila tiene un sector con una estantería especial para las golosinas de las marca Felfort. "La barra espacial Fort, los bocaditos Delicia y otras golosinas que por ahí no tienen todos, las tenemos nosotros. También la barra de cereal porque, una curiosidad, es que fue Ricardo Fort el que trajo la idea de esas barras de cereal a la Argentina. Fue la primera porque él se vino de Miami y allá era furor pero acá no existía así que es una golosina muy especial", sostiene.
¿Su frase favorita de las tantas icónicas que nos dejó Ricardo Fort?: "Yo no manejo el rating, yo manejo un Rolls Royce".
En 2009, Ricardo Fort protagonizó uno de los momentos más bizarros e icónicos de la Televisión Argentina. Montó su propio musical, su propia versión de "No llores por mí Argentina", la película de Alan Parker.
Caracterizado como el "Comandante Che Guevara", a Fort se no le importó, en ese preciso momento, todo lo que pudieran decir de él o quién pudiera sentirse ofendido por su interpretación. Con barba, boina, borcegos y un ajustado mameluco militar bailó y cantó, en español, "No llores por mí Argentina".
Lejos de generar una catarata de ofendidos, Fort se coronó ese día como "El Comandante". Las redes estallaron con lo que hizo y terminó así de ganarse el cariño de la gente.