La presunta timidez que refleja se ubica en las antípodas del agitado laburo que realiza y que le encanta. Emanuel López es productor de pies a cabeza, esta última es su gran aliada a la hora de provocar con toda una planificación -y su correspondiente ejecución- termine dando a luz el evento artístico (o de cualquier índole) deseado.
El mundo laboral que habita es poco conocido, pero tal vez el más importante que se esconde en una propuesta teatral en salón de actos de una escuela o en el Espectáculo Final de la Fiesta Nacional del Sol en el Costanera Complejo Ferial. En un entretenido ida y vuelta en el ciclo ‘Media Hora Entre Preguntas’, Ema se animó a sacar a la luz gajes, placeres y algunas que otras hieles propias de su profesión.
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Emanuel, en plena acción durante una de las últimas ediciones de la Fiesta Nacional del Sol.
-¿Artista sí o no?
-Artista en el sentido estricto de la palabra no porque no hago arte, pero sí creo que los que nos dedicamos a la producción tenemos que tener necesariamente una veta creativa porque la profesión lo demanda para sobrevivir. Si los artistas de verdad escuchan que me llamás así se van a enojar (Risas).
-Pero yo te he visto en escenario.
-Sí, así empecé. En realidad primero hice la Tecnicatura Universitaria en Publicidad y Propaganda y…
-¿Qué pasó?
-No sé qué pasó, jajaja. Pasaron cosas. Me llamaba mucho la atención el teatro y empecé a estudiar el Profesorado de Teatro. Pero me di cuenta que lo que más me llamaba la atención todo lo que rodea al hecho teatral, todo lo que hace posible que el hecho escénico suceda. El teatro no es solamente actuar, también hay otras profesiones técnicas, artísticas, de diseño, administrativas o de gestión para que todo esa suceda. Y eso era lo que me llamaba más la atención. Sí es cierto que empecé arriba del escenario, pero después me fui para atrás.
-¿Puede ser que yo te recuerde laburando con David Gardiol y su mundo de títeres?
-Sí, laburé muchísimo con David Gardiol. De hecho fue uno de los laburos con los que más aprendí de ese rubro y también en el profesorado hice actuaciones con distintos personajes, pero después cambié de palo. David fue un gran maestro y referente, fue una gran base.
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La planificación es fundamental para que todo salga según lo esperado.
-¿Qué te decían tus compañeros del Profesorado de Teatro cuando les decías que a vos lo que más te gustaba era el detrás de escena?
-Yo tuve la nota más baja en la materia de Producción en la carrera, jajaja. Yo creo que fue porque planteaba cosas que tal vez no hacía la mayoría, por decirlo de alguna manera. Muchos de los que estudian el Profesorado de Teatro se dedican a la docencia, otros a la actuación, otros la van mixturando y otros nos dedicamos a la producción.
-Para los que no tienen del todo claro, ¿qué hace el productor?
-Hay una concepción que viene de mucho tiempo atrás de que el productor es la persona que pone el dinero para que un proyecto suceda. Y eso en cierta medida es así, pero dentro de la industria también existen otros tipos de productos que se tienen que ir enlazando para poder ejecutar esa idea. Puede ser que exista un productor general que sea quien financia o banca ese proyecto, pero también están los productores comerciales, ejecutivos, artísticos o productores técnicos que también se van sumando para que se realice es proyecto, esa obra de teatro, una gira o una fiesta nacional. Es una profesión que tiene muchas facetas y cuya mayor experiencia precisamente se va a adquiriendo en el camino, produciendo. Pero también hay un campo amplio que es el de la formación y que para mí todavía no está tan valorado.
La mayor experiencia precisamente se va a adquiriendo en el camino, produciendo. Pero también hay un campo amplio que es el de la formación y que para mí todavía no está tan valorado. La mayor experiencia precisamente se va a adquiriendo en el camino, produciendo. Pero también hay un campo amplio que es el de la formación y que para mí todavía no está tan valorado.
-¿Cuál fue el primer evento que te tocó producir?
-Fueron obras propias dentro del profesorado. Empezamos a crear un servicio cultural que eran obras de teatros en escuelas. Básicamente nosotros creábamos una obra y la ofrecíamos y vendíamos en el circuito escolar de la Provincia y la región. Eso que es tan pequeño a escala genera ‘treening’. Vos tenés que crear algo, vincularte con otras personas, llegar y cumplir con eso que has ofrecido técnicamente, artísticamente y económicamente. Sea mucho o poco el dinero, hay que hace rendición para pagarle a cada una de las personas que forman parte del proyecto. A partir de ahí me fui vinculando con el Estado y otros proyectos autogestivos para seguir incursionando y escalando en la producción. Después de todo me di cuenta que a menor o mayor escala, hay principios que son los mismos dentro de la producción. Un buen productor es la persona que tiene la mayor capacidad de prever lo que puede suceder. De anticiparse a lo que va a suceder y traducirlo a una planificación que después va a ejecutar.
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“¿Don qué…? Don Quijote” es una de las obras que cuentan con la producción de Emanuel.
-¿Cómo hacés con la confianza a la hora de delegar dentro de un equipo de trabajo?
-Yo creo que una de las funciones del productor es desconfiar, jajaja. Hay que confiar en los equipos que uno forma, pero el productor tiene que desconfiar porque en esa desconfianza existe el chequeo. Ir a chequear que esa persona en la que vos delegaste una responsabilidad la está ejecutando y de qué manera la está ejecutando. En un principio yo sostenía una definición que decía que producir es hacer que las cosas sucedan. Pero con el paso del tiempo me di cuenta que producir es hacer que las cosas sucedan de la mejor manera posible. Y después hay otro paso más que es que sucedan de la mejor manera posible con un equilibrio artístico, técnico y económico.
Producir es hacer que las cosas sucedan de la mejor manera posible con un equilibrio artístico, técnico y económico Producir es hacer que las cosas sucedan de la mejor manera posible con un equilibrio artístico, técnico y económico
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Media Hora entre Preguntas PROGRAMA 21: con Emanuel López