Socialmente, es habitual hablar y aprender sobre el ciclo hormonal femenino, relacionado a la menstruación, el periodo de ovulación entre otros instantes que atraviesa toda mujer en su vida. En el otro extremo, poco se conoce sobre el ciclo hormonal masculino, que en realidad existe, pero tiene sus diferencias con lo que sucede en el otro género. Para aclarar esto, el médico especialista en urología Domingo Pavón explica en qué consiste el ciclo cuyo protagonismo lo tiene la testosterona.
“No hay un ciclo hormonal masculino descripto y avalado por las sociedades científicas. Pese a ello, hay estudios donde se podría establecer diferentes estados hormonales del hombre, asociados con un ciclo”, comienza a explicar el profesional a Tiempo de San Juan.
En torno a esto, si bien hay artículos que refieren a periodos estacionales o mensuales, la pauta en la que coinciden gran parte de los profesionales es en el ciclo de 24 horas. A diferencia de las mujeres, donde la fluctuación de hormonas como estrógeno y progesterona se calcula en un periodo promedio de 28 días, la fluctuación de testosterona, la hormona masculina, se da en un solo día.
Sobre ello, el doctor Pavón explica que durante el día los hombres sufren varias modificaciones de los niveles de testosterona. “Cuando nos levantamos tenemos niveles de testosterona que se encuentran en los niveles máximos y eso va oscilando con el transcurso del día, hasta llegada la noche, donde bajan los niveles. También los diferentes estímulos que tengamos influyen en los niveles de testosterona”.
Cuando la testosterona se encuentra en los niveles máximos, la persona puede sentir mayor irritabilidad, oscilaciones en el ánimo y el humor, además de una libido más elevado. Por el contrario, cuando baja, el hombre puede sentir desgano, sueño, poca fuerza y energía, mal humor y falta de libido.
Hay otros especialistas y científicos a lo largo y ancho del mundo que señalan y estudian la probabilidad de un ciclo estacional. Este se refiere a variaciones teniendo en cuenta las estaciones de año, experimentando una mayor presencia de testosterona durante la primera y el verano, descendiendo hacia otoño e invierno. Si bien es una teoría, no hay tanto respaldo científico.
“Hay momentos y estados orgánicos de disminuciones marcadas, y el rebote suele demorar en llegar. Desde los 40 suele ser más marcado y a partir de los 50 años probablemente comiencen los síntomas de andropausia”, destaca el doctor Pavón.
Si bien existen tratamientos para mantener en los niveles promedio de testosterona, el doctor Pavón recuerda que en pacientes jóvenes puede encuadrarse en una situación normal, por lo que es importante conocer el cuerpo y organismo de cada uno para no alertarse. Ahora bien, si la persona intuye que hormonalmente sucede algo fuera de lo habitual vinculado con la sintomatología mencionada, puede realizar la consulta pertinente para contar con estudios de laboratorios que permitan tener un panorama más detallado y certero.