La Dirección Nacional de Vialidad (DNV) en San Juan trabaja en un contexto de continuidad de funciones, pero bajo una restricción presupuestaria y una marcada incertidumbre laboral y salarial. A pesar de que los intentos de disolución del organismo nacional quedaron sin efecto tras la emisión de decretos que afianzaron su permanencia, el secretario adjunto del gremio de Viales local, Jorge Pérez, aseguró que los trabajadores se mantienen "atentos y alertas" debido a que ciertas normativas o directivas que transcurren a lo largo del tiempo pueden generar intranquilidad.
El foco está puesto en el presupuesto de Vialidad Nacional, que por tercer año consecutivo aparece con los mismos montos en el proyecto del Gobierno Nacional, es decir, no se actualiza desde 2024 pese a la inflación. La secretaria general del Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina (Stvyara), Graciela Aleñá, reclamó que el Gobierno actualice las partidas para esta estratégica repartición. El reclamo, mediante una extensa carta, tuvo como destinatarios a los diputados que integran la Comisión de Hacienda y Presupuesto.
En la misiva, la integrante del consejo directivo de la CGT habló del deterioro de las rutas nacionales en los últimos dos años producto de la desfinanciación de la DNV y remarcó que para el año que viene el área tendrá, de acuerdo con el proyecto de Presupuesto del Ejecutivo, a suma de $ 659.876.000.000, al igual que en 2024 y 2025.
La crisis presupuestaria, que el gremialista sanjuanino considera que se agudizó con la actual administración, obliga al distrito local a subsistir con lo justo, dependiendo de créditos nacionales. Pérez sostuvo que el gran problema y la gran lucha del sindicato es conseguir un mejor presupuesto, puesto que los dineros que llegan son solamente "para lo mínimo" y la meta es "mejorar un poco más".
Cómo está funcionando Vialidad Nacional en San Juan
En San Juan, el presupuesto siempre existe y se establece al inicio del año, pero Vialidad Nacional, como organismo descentralizado, depende de los fondos que llegan desde la Nación. El secretario adjunto detalló que los créditos que reciben no son "satisfactorios para nosotros", pero con ellos el organismo logra cubrir "toda la parte de servicio".
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En julio, Nación eliminó la DNV, y los trabajadores sanjuaninos manifestaron su tristeza y preocupación.
Los fondos que ingresan permiten el mantenimiento en las rutas, el pago de los combustibles y el día a día, lo que garantiza que, a diferencia de otras reparticiones nacionales, los empleados viales en San Juan no deban pagar su propio combustible. No obstante, Pérez confirmó que sí disminuyó la cantidad de combustible que reciben.
A pesar de los inconvenientes y de que existan tareas que antes se realizaban con mayor facilidad, el distrito intenta mantener su operatividad. Pérez enfatizó: "Las tratamos de hacer. Como sea, las tratamos de hacer". La situación financiera de la DNV es una preocupación constante que se agudiza al llegar el fin de año, momento en que se cierra el ciclo contable, económico y financiero, obligando a arrancar el año siguiente con perspectivas poco claras para Vialidad.
El trabajo en el distrito se desarrolla en todas las rutas nacionales de la provincia, incluyendo la Ruta 40, la Ruta 150, la Ruta 20, la Ruta 141 y las rutas que se encuentran en Calingasta. Incluso se efectúan tareas de preparación para la apertura del camino a Chile. La presencia de la DNV es clave en toda la red vial nacional sanjuanina.
Además, el distrito opera mediante convenios con el gobierno provincial. Pérez explicó que, a través de estos acuerdos, Vialidad Nacional participa con su equipo de trabajo en la supervisión y la fiscalización, mientras que en muchos de estos convenios la Provincia aporta los dineros. La reactivación de la Ruta 40 sur es un ejemplo de esto, ya que se logró continuar la obra después de que se paralizara por la falta de transferencia de fondos que es un crédito del BID con San Juan, desde el Ministerio de Economía Nacional, gracias a gestiones del gobernador Marcelo Orrego y las autoridades viales.
La lucha por los salarios
Una de las demandas más urgentes de los trabajadores es la recomposición salarial. El gremio lleva una intensa lucha desde octubre de 2024, periodo en el que no obtuvieron ningún aumento, ni siquiera se logró sentarse a discutir en las mesas negociadoras.
El sindicato presentó proyectos ante el Congreso Nacional, con la opinión del gremio, buscando modificar el nuevo presupuesto elevado por la gestión de Javier Milei para su tratamiento, ya que sigue apostando al recorte de la obra pública.
En términos económicos, Pérez precisó que el sueldo promedio de un trabajador de Vialidad Nacional en San Juan, que varía según la categoría y los adicionales que corresponden por ley (como el trabajo en ruta), se sitúa entre $800.000 y $900.000. El secretario describió este ingreso como "un promedio muy bajo, muy acotado".
Respecto a la planta laboral, el número de trabajadores se mantiene estable, con un promedio de 210 a 214 personas. El promedio de edad se ubica en los "40 y pico de años". Pérez confirmó que, si bien siempre hay rumores sobre retiros voluntarios y ofrecimientos, no recibieron ninguna notificación oficial al respecto y no se registran despidos.
A pesar de la dificultad de las negociaciones, Pérez mantiene la esperanza: "Nosotros siempre apostamos a lograr y las conquistas, la movilización, la constancia, el reclamo tienen que llegar al buen punto". El dirigente sindical reconoce que nunca fue fácil con ningún gobierno, pero la crisis que llevó a la idea de disolver la DNV se agudizó mucho más bajo la gestión actual.
Deterioro general
Según los informes elaborados por la Federación del Personal de Vialidad Nacional (FEPEVINA) en este año, el estado de las rutas nacionales se siguen deteriorando al ritmo que no aparecen los recursos para realizar mantenimiento.
Según un análisis reciente alrededor del 60 por ciento de las rutas se encuentran “en estado malo o regular, con tramos altamente congestionados, banquinas deterioradas, señalización deficiente y un nivel de servicio que afecta tanto la seguridad como la competitividad económica del país”.
La situación responde “a la paralización de obras de mantenimiento y rehabilitación”. La propia Vialidad Nacional reconoce que muchas mediciones “son de hace más de dos años”, por lo que la situación real podría ser aún más crítica.
El impacto de la falta de inversión es contundente, según los gremios viales: por cada peso no invertido en conservación vial, se gastan entre tres y cinco veces más en rehabilitación. Esa desinversión genera pérdidas estimadas entre el 1 y 3 por ciento del PBI anual, en mayores costos logísticos, accidentes y pérdida de productividad.