Más despidos en el sector tecnológico argentino. La fintech Ualá, fundada por Pierpaolo Barbieri, despidió a 135 empleados en América Latina, equivalentes al 8% de su plantilla regional, en el marco de una nueva reorganización interna orientada —según la empresa— a “una mayor eficiencia” y al impacto de la automatización de tareas. La mayoría de los despidos se dieron en la Argentina, donde los afectados fueron 110.
“En búsqueda de una mayor eficiencia regional y producto de la automatización de tareas, se llevó a cabo una reorganización con el objetivo de lograr un mejor posicionamiento en un mercado cada vez más dinámico y competitivo”, indicó la compañía en un comunicado. “Este cambio afectó a 135 personas a nivel regional, lo que equivale al 8% del equipo. En todos los casos se han ofrecido acuerdos de salida que superan los requisitos legales“.
Por otro lado, fuentes cercanas a la empresa negaron rumores de otra tanda de despidos en lo que resta del año.
El ajuste llega menos de un año después de la última reestructuración de Ualá. En mayo de 2024, la firma había anunciado el despido de 140 empleados, equivalente al 9% de su plantilla, también bajo el argumento de una “búsqueda de eficiencia” y para evitar la duplicación de posiciones tras varias adquisiciones en la región. “Como parte de nuestra estrategia de fortalecimiento del negocio regional, en los últimos años se han adquirido cuatro entidades que generaron algunas posiciones duplicadas”, había explicado entonces la fintech.
Y en noviembre de 2022, fuentes del sector habían señalado que Ualá también había reducido su personal —por alrededor del 10% de la plantilla— debido a “solapamientos” generados por las adquisiciones de otras compañías. En aquella ocasión, la empresa no emitió un comunicado oficial.
Paralelamente a estos recortes, Ualá continúa atrayendo capital y fortaleciendo su posición en la región. En marzo de 2025, la compañía amplió su ronda de inversión Serie E, asegurándose US$66 millones adicionales y elevando su recaudación total a US$366 millones. Con foco en acelerar su crecimiento en la Argentina, México y Colombia, la valuación del unicornio alcanzó los US$2816 millones.
El cierre inicial de esa ronda se concretó en noviembre de 2024, liderado por Allianz X, el brazo de inversión del grupo asegurador Allianz, mientras que en el segundo cierre se sumó TelevisaUnivision, la principal empresa de medios en español en el mundo.
“Mejorar la rentabilidad”
Pero la decisión de Ualá no es aislada. Otras dos empresas importantes del sector tecnológico argentino anunciaron despidos este año: Globant y Tienda Nube. En el caso de Globant, la empresa anunció la desvinculación de aproximadamente el 3% de su plantilla global, lo que equivale a cerca de 1000 empleados, en el marco de su proceso de reestructuración denominado “Visión 2030”. El recorte se produjo en un contexto de fuerte caída bursátil —la acción acumuló una pérdida de alrededor del 58%— y estuvo acompañado por un giro estratégico hacia servicios de inteligencia artificial y el cierre de dos oficinas en la Argentina (en Ushuaia y Resistencia).
En tanto, Tienda Nube anunció en octubre que atravesó “una reorganización de su equipo, con el objetivo de perseguir la eficiencia operacional que la caracteriza”. En ese marco, se desvincularon un total de 50 personas (equivalente al 5% de su plantilla), de las cuales 17 correspondieron a la Argentina -el resto, a otros mercados latinoamericanos-. La empresa aclaró que las salidas no respondieron a una crisis financiera sino al “exceso” de estructuras tras un crecimiento acelerado y la necesidad de adaptarse a un mercado más conservador.
Los casos ilustran la actualidad del sector. Según un relevamiento de la consultora Experis, a principios de año el 33% de las empresas tecnológicas en la Argentina anticipaban recortes de personal en 2025, mientras que solo el 27% proyecta nuevas contrataciones. El informe indicaba que la tendencia responde a la presión por mejorar la rentabilidad, el impacto de la inteligencia artificial en ciertos roles operativos y la desaceleración de las inversiones de capital de riesgo.