La denuncia penal de una docente puso en jaque a un agente de Policía, a su hermano y a su padre en un aberrante caso de abuso sexual. A partir de esa presentación, un fiscal del ANIVI formuló este martes la imputación contra estos tres hombres por los presuntos manoseos y otros ultrajes a dos niñas que son miembros de su propia familia.
El caso involucra a un joven policía y su hermano, de 24 y 25 años, y a su padre, de más de 50, todos domiciliados en un departamento del este de la provincia. No se dan las identidades y ni otros datos precisos de ellos para proteger a las supuestas víctimas, dos nenas que hoy tiene 13 años y que habría sufrido los abusos tiempo atrás.
La denuncia fue hecha a mediados de octubre. Y este martes, el fiscal Mariano Juárez Prieto y la ayudante fiscal Candela Pérez, de la UFI ANIVI, expusieron los cargos contra los sospechosos ante el juez de garantías Eugenio Barbera. Los hombres llegaron en libertad a la audiencia.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal imputaron el delito de abuso sexual simple al mayor de los hombres y a otro le atribuyeron el delito de abuso sexual con acceso carnal. También señalaron que se habría configurado el abuso sexual simple, agravado por ser cometido por dos o más personas. Esto último porque, en una ocasión, dos de los hombres sometieron a las dos nenas a la vez.
El fiscal pidió la prisión preventiva para uno de los imputados, pero el juez no hizo al lugar. El magistrado dio por habilitada la investigación penal preparatoria por el plazo 1 año y ordenó medidas de restricción para que los sospechosos no se acerquen a las niñas. También autorizó que se tome declaración a las dos menores a través de Cámara Gesell para escuchar sus relatos. Esto es clave en la causa y va a incidir en el futuro de los tres imputados.