Radiotelescopio chino: qué dice el Gobierno de San Juan sobre el pedido de ayuda de la UNSJ
El secretario General de la Gobernación, Emilio Achem, dijo que el gobernador Orrego sigue de cerca la crisis del radiotelescopio chino. Sigue la incertidumbre sobre el futuro del ambicioso proyecto.
En mayo de 2024 el equipo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la gestión orreguista, visitó el predio donde se lleva a cabo la construcción del Radio Telescopio Chino-Argentino (CART).
La crisis en torno al ambicioso radiotelescopio chino en Calingasta, considerada la instalación más grande del Cono Sur y clave para la ciencia, genera preocupación en San Juan. Ante la parálisis administrativa y las dudas estratégicas del Gobierno Nacional, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) hizo público días atrás un pedido urgente al gobernador Marcelo Orrego para que intervenga políticamente y salve el proyecto.
Desde el Ejecutivo provincial, la respuesta es de atención constante, pero también de prudencia, ya que reconocen que el futuro de la iniciativa es una cuestión de política estratégica nacional. Emilio Achem, secretario General de la Gobernación, aclaró este lunes la posición de San Juan, subrayando que la decisión final está en manos de Cancillería.
Achem confirmó que, si bien la UNSJ iba a girar el pedido oficial de intervención a Orrego, el gobernador siempre ha estado atento y trabajando en el tema. El funcionario explicó que la situación es un tema de agenda para el gobierno nacional.
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Nación “ha trabajado mucho en eso y nos ha hecho muchas consultas en las que siempre hemos estado participando y atentos a través del CONICET, que es el organismo que el Gobierno Nacional ha utilizado para evaluar esta situación y nosotros siempre hemos estado atentos. Igual que con la Universidad, siempre hemos estado en diálogo, particularmente con el decano Jorge Castro, para ir evaluando paso a paso cómo viene esto”, expresó Achem en diálogo con Radio Sarmiento.
El funcionario orreguista enfatizó que la discusión central no es científica, sino tecnológica y estratégica. La decisión, insistió, trasciende las voluntades locales: “es un tema que depende más de la Cancillería y de lo que tiene que ver con la política estratégica que con las voluntades de la Universidad o del Gobierno Provincial o del CONICET mismo. No está discusión, el uso científico del radiotelescopio, eso está fuera de discusión, nadie lo pone en tela de juicio. El tema es la certeza sobre la tecnología que se aplica y el manejo de esa tecnología”, dijo.
Agregó: "el Gobierno Nacional tiene dudas sobre el alcance y capacidades tecnológicas del del radiotelescopio y bueno y tiene que seguir indudablemente trabajando en eso para poder este despejar esas dudas. Me parece que estamos en ese momento del proceso”.
El Gobernador Orrego ya se había manifestado sobre el tema, indicando que, si bien el radiotelescopio tiene una gran potencialidad para la ciencia, las cuestiones deben resolverse con prudencia y sin interferir en temas de Cancillería. La Provincia, se posiciona como facilitadora y dialoguista, pero sostiene que la última palabra sobre el destino del proyecto la tiene la Nación, que debe determinar si el alineamiento estratégico con Estados Unidos impedirá finalmente la continuidad de la iniciativa.
El pedido desesperado de la UNSJ
Este marco de definiciones se da justo cuando la UNSJ, a través del decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Jorge Castro, decidió jugar todas las fichas y hacer público el pedido de intervención del gobernador. Para la Universidad, la situación es crítica y se manifiesta en una traba burocrática en la Aduana, donde cuatro contenedores con material para el ensamblado del radiotelescopio no fueron debidamente declarados, generando una demora en su nacionalización.
Castro sostuvo la semana pasada que, si bien la controversia se disparó por la postura del gobierno de Javir Milei -que ve estos proyectos con recelo por la posibilidad de espionaje o actividad militar-, la Universidad busca que la Nación, al menos, permita la continuidad del proyecto por la vía de la autonomía universitaria. El decano fue explícito al pedir la intervención de Orrego, viéndolo como la única "salida política" posible. “Para mí es fundamental ahora la intervención del gobernador de la provincia. Lo digo con todas las letras, asumo esto que estoy diciendo porque nosotros hemos planteado esta continuidad desde lo científico, jamás hemos salido a criticar, a insultar absolutamente a nadie”, dijo el decano.
El escenario que la UNSJ busca con el apoyo de la Provincia es que el Gobierno Nacional se aparte del proyecto, pero sin poner "trabas para ingresar las cosas". Si, por el contrario, la Nación decide no solo no participar sino tampoco dejar que la UNSJ continúe, Castro lo calificó como un “hecho inédito” para la ciencia argentina.
Qué es el proyecto CART
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El radiotelescopio tendrá una altura total de 40 metros y un peso de 1.200 toneladas. En la UNSJ planeaban en 2024 que podía estar terminada la estructura para fin de año y que podría estar operativo a mediados de 2025, pero no pasó por las trabas de Javier Milei en el marco de su acercamiento con Donald Trump.
El proyecto CART, acrónimo de Radiotelescopio de China-Argentina, representa una iniciativa científica de gran envergadura. Este radiotelescopio está diseñado para ser el más grande de Sudamérica, gracias a su reflector primario que alcanzará los 40 metros de diámetro. El acuerdo para su construcción, instalación y funcionamiento fue suscrito en junio de 2015 y aprobado por la Ley Nº 1.386-B de la Cámara de Diputados de San Juan en diciembre del mismo año.
El CART se instaló en el Observatorio de Altura CESCO, ubicado en la localidad de Barreal, Calingasta, y el Gobierno de la provincia de San Juan comenzó a realizar aportes significativos para su progreso desde 2017.
En términos de funcionalidad, este instrumento se compone de cuatro partes esenciales: la antena, el sistema de posicionamiento, el receptor, y un sistema dedicado a la adquisición y procesamiento de datos. Su propósito principal se enmarca en la radioastronomía, una rama de la astronomía que se dedica a explorar el Universo al detectar la radiación electromagnética que emiten los cuerpos celestes en la banda de radio del espectro. Para poder captar estas señales, que suelen ser muy débiles, los radiotelescopios utilizan una antena parabólica, o reflector principal, para concentrar las ondas en el foco, donde los receptores electrónicos amplifican la señal para su estudio.
El radiotelescopio se ideó para operar en varias bandas de frecuencia; la Fase I utilizará las bandas S y K, con una banda operativa final que abarcará desde L hasta Q, cubriendo de 1 a 45 Ghz. Desde una perspectiva global, la instalación del CART en Argentina se consideró siempre crucial porque contribuirá a mejorar la cobertura de la red mundial de radiotelescopios, la cual actualmente concentra la gran mayoría de sus cincuenta instrumentos operativos en el Hemisferio Norte.
Entre los múltiples objetivos de investigación y medición que el CART permitirá abordar se destaca la mejora de varios sistemas internacionales de referencia para el Hemisferio Sur, incluyendo el Sistema de Referencia Celeste Internacional (ICRF) y el Sistema de Referencia Terrestre Internacional (ITRF). Además, facilitará la mejora de la red geodésica nacional argentina, la determinación de los parámetros de orientación y las irregularidades de la rotación de la Tierra, las órbitas satelitales en el hemisferio sur, y las mejoras en el rastreo y la telemetría de las misiones espaciales argentinas.