La diplomacia argentina ha puesto en foco la inminente firma de un acuerdo comercial con Estados Unidos, aunque las declaraciones recientes de los principales negociadores muestran una diferencia de tono notable sobre el estado de avance del pacto. Mientras el embajador en Washington, Alec Oxenford, anticipó que el acuerdo está prácticamente finiquitado, el canciller Pablo Quirno optó por la cautela, insistiendo en que la formalidad es prioritaria sobre el anuncio.
Previo al viaje que el canciller Quirno emprenderá este martes a Washington, el embajador Oxenford se mostró altamente optimista, adelantando a Radio Mitre que el acuerdo "está prácticamente terminado". Para Oxenford, el proceso se encuentra en su fase final, dependiendo solo del momento oportuno: "Ahora depende de encontrar el momento adecuado de las partes para que, en palabras simples, ponerle el moño y comunicarlo", sostuvo.
No obstante, esta anticipación generó una rápida clarificación desde la Cancillería. El nuevo titular, Pablo Quirno, quien asumió en reemplazo de Gerardo Werthein, ha mantenido una postura más reservada. El canciller aclaró que "no nos gusta anticipar cosas hasta que no esté la tinta seca", repitiendo el mensaje de que "no hay anunció hasta que 'la tinta esté seca'".
Este contrapunto no es un signo de desacuerdo fundamental, sino una diferencia en la gestión de las expectativas públicas. Quirno reconoció el optimismo inherente al proceso, señalando que "Hay muchas cosas que se están discutiendo, somos optimistas, la reunión bilateral entre el presidente Trump y el presidente Milei fue muy buena en ese sentido para terminar de cerrar los últimos aspectos". Sin embargo, el canciller subrayó la complejidad de la negociación y la falta de una fecha definitiva para la comunicación formal: reconoció que "no hay fecha" para el anuncio debido a que "lleva su tiempo" porque necesita "compatibilizar un montón de cuestiones".
A pesar de la cautela en el anuncio, Quirno enfatizó la base geopolítica de la negociación, destacando que "hay una alianza estratégica basada en valores occidentales" con el gobierno de Donald Trump. Además, puntualizó el beneficio práctico del pacto arancelario recíproco, asegurando que la "situación geopolítica en que la alianza con Estados Unidos significa que nuestros productos ingresen y reemplacen oferta de otros países que tienen menos alianza estratégica".
El canciller también indicó que la prudencia en los tiempos responde a un cálculo político, al destacar que es mejor esperar para que la medida no se interprete como "electoral". En este contexto de optimismo estratégico, pero cautela formal, Quirno concluyó que, si bien el anuncio "llegará cuando llegue," la perspectiva es positiva: "nosotros somos optimistas que va a ser pronto".
De esta manera, mientras la Embajada argentina en EE. UU. ve la cinta de meta a la vista, la Cancillería prefiere confirmar que la carrera ha terminado de manera oficial, asegurando que el nuevo viaje del ministro es "un testimonio del impacto que tiene el presidente Milei para atraer inversiones" y que el esfuerzo diplomático es continuo: "Estamos yendo con la valijita a vender la Argentina, para hacerlo, cuando competimos con casi 200 países del mundo, hay que estar ahí todo el tiempo, hay que estar frente a los decisores todo el tiempo”.