La política argentina se agitó en las semanas previas a las elecciones legislativas de octubre, cuando el nombre de Alfredo “Fred” Machado o Federico Andrés Machado irrumpió en la escena pública. Machado, un empresario con un turbio perfil internacional, fue acusado de ser el financista de la campaña de José Luis Espert, candidato de La Libertad Avanza.
La relación entre el político y el empresario se conoció debido al presunto rol de Machado en la campaña presidencial de Espert en 2019 y en las elecciones legislativas de 2021. Las denuncias señalaron que Machado aportó recursos significativos, que incluyeron la suma de 200.000 dólares, un avión privado para traslados y una camioneta blindada. Incluso, existió una anotación contable de una transferencia de USD 200.000 a nombre de Espert, que se realizó en febrero de 2020.
La conexión y la negativa de Espert
José Luis Espert admitió que conoció a Machado en Viedma, Río Negro. Según el libertario, la relación surgió cuando Machado organizó la presentación de su libro “La sociedad cómplice” en 2019.
No obstante, cuando estalló el escándalo, Espert negó haber recibido aportes para la campaña y desestimó las acusaciones, las cuales calificó como un intento de desprestigiarlo. Pese a esta negación, Espert sí agradeció públicamente en aquella ocasión el “excelente vuelo” en referencia al traslado en avión. Más aún, la Justicia Electoral sancionó al partido de Espert en 2019 porque no declaró los aportes de campaña.
Machado: Fraude, narcotráfico y la caída
Detrás de la fachada de empresario, Machado escondió un perfil de criminal internacional. La justicia estadounidense lo señaló como un engranaje clave en operaciones de narcotráfico, estafas millonarias y lavado de dinero.
Machado operó bajo la fachada de su empresa South Aviation. Su modus operandi consistió en la compra fraudulenta de aeronaves y el uso de registros falsos para ocultar la titularidad. Luego, destinó los aviones a transportar cocaína desde Latinoamérica hacia Estados Unidos. Las investigaciones vincularon a Machado con el hallazgo de 1.556 kilos de cocaína en México y con más de 2,5 toneladas de la misma droga incautadas en Guatemala. Además, se le acusó de estafar a empresarios, causando un perjuicio estimado en 250 millones de dólares.
La caída de Machado comenzó en 2020 cuando fue arrestado y liberado en Texas. Tras su liberación, huyó a México y regresó a la Argentina en marzo de 2021. Finalmente, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvo en el aeropuerto de Neuquén el 16 de abril de 2021, en base a una circular roja de Interpol.
Machado se encuentra detenido en Río Negro y aguarda la resolución de su extradición a Estados Unidos, donde enfrenta cargos que podrían significarle una condena a cadena perpetua.
La extradición en punto muerto: La Corte bajo sospecha
Alfredo "Fred" Machado estuvo detenido en la provincia de Río Negro desde abril de 2021, y aún aguarda la resolución de su extradición hacia Estados Unidos. La definición judicial sobre si lo enviaran a Texas, donde enfrenta cargos por narcotráfico y estafas que podrían significarle cadena perpetua, depende de la Justicia.
Sin embargo, este proceso se vio envuelto en una fuerte controversia por su prolongada demora. El ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, acusó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación de "cajonear" el trámite durante "3 años y cuatro meses". Mena sostuvo que la Corte estuvo "mirando para otro lado" mientras el presunto narco se encontraba bajo detención (bajo arresto domiciliario, según una fuente, o en celda, según otra) en un country de Río Negro.
El funcionario apuntó directamente contra los jueces Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Carlos Rozenkrantz por la inacción. Mena contrastó esta demora con la rapidez con la que la Corte resolvió otras causas políticas.
Respecto a la voluntad política, el caso generó especulaciones debido a las conexiones de Machado con el círculo libertario. Francisco Oneto, conocido por ser el abogado del presidente Javier Milei, es también el abogado de Machado en Argentina. Aunque el Presidente defendió públicamente a José Luis Espert y subrayó la necesidad de esperar que la justicia estadounidense avanzara, la falta de una resolución de la Corte sobre la extradición continuó alimentando las dudas sobre la vigilancia de los aportes de campaña y la posible influencia política.