La monumental obra del Túnel de Zonda no se ha cajoneado, todo lo contrario: hay negociaciones vigentes de la gestión orreguista con Nación y se estudian propuestas para su reactivación. Pero es complejo e incierto su futuro.
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SUSCRIBITEPese a que se complicó la obra del Túnel de Zonda, el Gobierno de San Juan insiste con mantenerla a flote. De ella depende un sector de otra megaobra, el Acueducto Gran Tulum, y ya hay planes para abordarla en caso de que no se logre avanzar con el túnel.
La monumental obra del Túnel de Zonda no se ha cajoneado, todo lo contrario: hay negociaciones vigentes de la gestión orreguista con Nación y se estudian propuestas para su reactivación. Pero es complejo e incierto su futuro.
El Túnel de Zonda, que incluye dentro una parte del Acueducto Gran Tulum, vital para la provincia, está en un proceso activo de negociaciones, dijo por estos días el secretario de Obras de la Provincia, Ariel Villavicencio a TIEMPO DE SAN JUAN. Pese a las demoras, el Gobierno de San Juan mantiene un firme interés en destrabar el proyecto, priorizando especialmente la continuidad del acueducto, que es de suma importancia no solo para la provincia sino también para la Nación.
La obra de perforar la Sierra de Marquesado, aunque paralizada en su fase principal desde fines de 2023, sigue vigente y activa administrativamente. Esto es así porque lleva un tiempo largo "neutralizada", lo que permite mantener los contratos vivos y un eventual reinicio posible si todas las partes acuerdan.
"La obra del túnel de Zonda está en un proceso. La obra está todavía activa, pero sigue en continuas negociaciones", dijo el funcionario orreguista.
No obstante, el panorama es incierto para el megaproyecto del túnel, pensado desde 2022, para conectar la ciudad con la Ruta Interlagos, ofreciendo un atajo hacia Zonda y convirtiéndose en un nuevo atractivo turístico para San Juan.
Los trabajos quedaron en un limbo administrativo luego de que se diera una reestructuración en la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que tiene en sus manos la obra. La UTE original tenía una configuración en la que la empresa brasilera Alya tenía el mayor porcentaje de participación, pero a principios de este año se conoció que la compañía sanjuanina Dumandzic iba a encabezar el armado. Y que se incorporaba una tercera empresa de Buenos Aires. Lo que quedaba era rever algunas cuestiones técnicas y ajustar los contratos pero nunca se dio.
La obra quedó freezada en medio de un contexto enrarecido por proyectos como este, que financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en San Juan, pero que tienen que tener mediación de Nación. Ahora mismo hay un conflicto por un esquema similar de financiamiento que se aplica a la obra de la Ruta 40 Sur, que está parada porque la entidad crediticia está liberando los fondos pero la gestión de Javier Milei no los está transfiriendo a la constructora.
¿Qué se logró hacer en la montaña sanjuanina? Ya se han construido prácticamente los dos caminos de aproximación o acceso al túnel. Lo que falta por ejecutar es el túnel propiamente dicho.
El principal dilema para la reactivación es la participación del Gobierno Nacional. San Juan no puede resolver la situación de forma independiente mientras la Nación no defina sus estructuras y decisiones respecto a la obra. Las negociaciones son permanentes y se mantienen reuniones en Buenos Aires para abordar este tema, dijo Villavicencio.
La obra tiene un costo estimado de 110 mil millones de dólares. Realizar una inversión de esta magnitud afectaría la obra pública en general de San Juan, obligando a la provincia a "dejar de hacer muchas cosas" para poder encararla, resaltó el secretario de Obras Provincial. Si bien el precio en dólares se mantiene, lo que varía es la cotización, haciendo aún más complejo su financiamiento.
A pesar de las complicaciones financieras y administrativas, las negociaciones con la Nación continúan con la idea de encontrar una solución que permita la finalización de esta infraestructura vital para San Juan.
Respecto de los tiempos, el funcionario dijo que una vez que la obra se reactive, la construcción del túnel propiamente dicho sería un proyecto de "un par de años largos", con una duración segura de más de un año, dependiendo de la planificación.
El proyecto "Construcción del Túnel de Zonda" es una obra estratégica que conectará a los departamentos de Rivadavia, Zonda y Ullum, sin atravesar la denominada “Quebrada de Zonda”.
A través de la generación de un by pass, el nuevo túnel atravesará la Sierra de Marquesado con una longitud de 1.100 metros y dos carriles de circulación, uno para ida y otro para vuelta, es decir para el flujo vehicular rápido y el de carga. Esto evitará la incompatibilidad con el tránsito lento y recreativo que tendrá la Quebrada, para gozar a pleno todos los beneficios que se planearon con el Master Plan Turístico.
Esta obra tiene un importante valor agregado, ya que permitirá que por su interior pase el “Acueducto Gran Tulum”, que tiene por objeto asegurar el abastecimiento de agua potable a una población futura superior al millón de habitantes.
Sumado a esto, el túnel permitirá a futuro el paso del gasoducto que dotará del servicio a Zonda y Ullum, así como el tendido de fibra óptica, y el paso de una línea eléctrica de media tensión, con importantes ahorros de longitud y logística.
El interés del gobierno sanjuanino en reiniciar la obra del Túnel de Zonda se centra más que nada en el acueducto Gran Tulum, que sí logró destrabarse luego de arduas gestiones del orreguismo ante la gestión de Javier Milei. El hecho de que la Nación también considere el acueducto como una prioridad da esperanzas de que se buscará una solución para este ítem fundamental del proyecto.
"Por parte del Gobierno nos importa destrabar la obra más que nada por el tema del acueducto, pero igual si no, tenemos algunas alternativas, como quien dice un plan B, para resolver el tema del acueducto, que tenemos un par de opciones", adelantó Villavicencio.
Según se explayó el funcionario en diálogo con TIEMPO DE SAN JUAN, en caso de que el túnel principal no pueda ser reactivado, ya se barajan las alternativas para el acueducto. Una opción es retomar el proyecto original, es decir, desplegar el acueducto por la Quebrada. Esta opción requeriría un incremento en la cantidad de caños y el uso de tecnología con bombas para presurizar el sector, lo que implica un mayor costo aunque sea técnicamente factible. La otra opción es independizar el acueducto del túnel vial, es decir, construir un túnel pequeño y exclusivo para el acueducto. Esta es otra posibilidad técnicamente viable.
El acueducto nació con el objetivo asegurar el suministro de agua potable para una población futura superior al millón de habitantes, reforzando y optimizando el servicio en todo el Gran San Juan. Además, permitirá abastecer a nuevas zonas urbanas y anticiparse al crecimiento poblacional proyectado para las próximas décadas.