La empresa estatal de cannabis de San Juan, CANME, está en la recta final para concretar un hito en la provincia: la venta de su aceite medicinal en farmacias. Tras más de un año de producción y entrega gratuita a pacientes específicos, la entidad presentó el expediente ante el Ministerio de Salud provincial y espera una autorización que consideran "inminente". Este avance no solo ampliará el acceso para humanos, sino que también abrirá una innovadora puerta para el uso terapéutico en animales, un campo en el que ya colaboran con profesionales locales. A la par, CANME busca un futuro industrial con la reciente obtención de la licencia para cultivar cáñamo que es para una amplia gama de productos.
En cuanto a lo medicinal, desde hace un año y medio, CANME -cuyo presidente es Gonzalo Campos- produce y entrega entre 400 y 500 unidades mensuales de su aceite isolado de cannabis a la División Farmacia del Ministerio de Salud. Este producto se destina gratuitamente a un grupo reducido de pacientes con epilepsia refractaria que no cuentan con obra social y cumplen con requisitos específicos para ser beneficiarios. Sin embargo, la empresa busca desde hace tiempo expandir el alcance de su producto.
El miembro del directorio de CANME, Franco Pergolis, confirmó a TIEMPO DE SAN JUAN que el trámite para la venta en farmacias ya está en su fase final. "Iniciamos el expediente para poder salir a farmacia. Aunque prefirió no dar fechas exactas, la expectativa es alta: "Esperamos que sea ahora en octubre", dijo. El proceso administrativo está ahora en revisión por parte de División Farmacia, el "primer filtro" dentro del Ministerio que capitanea Amilcar Dobladez, que analiza la documentación.
Una vez obtenida la aprobación, que solo tendrá jurisdicción en la provincia de San Juan, la venta se realizaría de forma directa desde el laboratorio de CANME a las farmacias interesadas. Para acceder al producto, los pacientes necesitarán obligatoriamente una prescripción médica. Pergolis aseguró que, aunque los costos finales aún se están definiendo, el objetivo es que el precio sea accesible a los pacientes. "Nuestra intención es salir siendo competitivos en el mercado", destacó. Para eso, la empresa planea estrategias que le permitan abarcar más público y posicionar el producto en la provincia.
La capacidad productiva actual es de entre 400 y 600 unidades diarias del aceite isolado, lo que les permitiría responder a una futura demanda. "Cuando nosotros podamos salir a vender en farmacias, seguramente se hará una preventa", explicó Pergolis, anticipando que planificarán la producción según los pedidos.
Un nuevo horizonte: el uso veterinario
Paralelamente a la venta para uso humano, CANME explora con gran interés el mercado veterinario. La autorización ministerial que aguardan también habilitaría la dispensación del aceite en veterinarias. Este enfoque responde a una creciente demanda de profesionales que ya utilizan el cannabis como una medicina integrativa para tratar diversas patologías en animales.
Laura Godoy, miembro del staff de veterinarios del Ministerio de Salud y especialista en veterinaria integrativa, es una de las pioneras en la provincia. "Yo lo estoy usando porque los veterinarios podemos prescribir lo que es cannabis. El tema a veces son el conseguirlo", afirmó Godoy a TIEMPO DE SAN JUAN. Actualmente, los profesionales deben recurrir al mercado informal, adquiriendo aceites de ONG's o productores de otras provincias, con la incertidumbre que eso conlleva. "Mucha gente a veces compra y dice, 'Esto no me hizo nada'. Es que ni siquiera saben qué es lo que tiene", advirtió la profesional.
El producto de CANME, un aceite quimiotipo 3 alto en CBD, ofrece una solución a este problema, ya que garantiza calidad, seguridad y una cuantificación precisa de sus componentes. "Es importante para mí contar con esto que yo sé que tiene estudio, es de calidad y la cantidad está cuantificada. Entonces, al tener los fitocanabinoides que yo estoy dando, es más fácil trabajar", destacó Godoy.
El cannabis se aplica en animales para tratar una amplia gama de afecciones: "dolor agudo, el dolor crónico, comportamiento, para oncológicos, problemas neuronales, ya sea por un déficit cognitivo, un animal que es viejo, como también en un paciente con convulsiones", enumeró. Todos los mamíferos poseen un sistema endocannabinoide, similar al humano, que regula funciones como el estrés, el sueño y el metabolismo. El aceite de cannabis ayuda a compensar desequilibrios en este sistema, mejorando la calidad de vida de las mascotas. Godoy contó que lo utiliza en el 80% de sus casos, principalmente en pacientes con artrosis y oncológicos, y aseguró que "siempre he notado cambios positivos. Es rara la vez que no haya visto nada".
Para formalizar esta colaboración, CANME está a punto de firmar un convenio con el Colegio Veterinario, con el objetivo de "darle esta posibilidad a los profesionales de la salud que quieran seguir investigando y profundizando el uso del cannabis en veterinarias", adelantó Pergolis.
Cómo se usa el cannabis en animales
Godoy explicó cómo esta herramienta, bajo estricto control profesional, mejora la calidad de vida de perros, gatos, caballos y hasta conejos, abordando desde el dolor crónico hasta problemas de comportamiento.
Lejos de los prejuicios, este enfoque busca equilibrar el organismo del animal para recuperar su salud y prevenir enfermedades. Los veterinarios están legalmente habilitados para prescribir cannabis. Sin embargo, la implementación práctica se complica principalmente con la obtención de productos de calidad y un marco legal claro para los animales, quienes no son considerados sujetos de derecho y, por lo tanto, no están incluidos en la ley actual de cannabis medicinal. Godoy dijo que la condición indispensable es exigir siempre una cromatografía. Este estudio cuantifica la concentración de los principales fitocannabinoides, como el CBD y el THC, permitiendo al profesional saber exactamente qué está administrando.
Así, el tratamiento con cannabis no consiste en administrar cualquier aceite. Por eso Godoy subrayó la importancia del asesoramiento profesional. El primer paso es una consulta veterinaria exhaustiva donde se educa al dueño del animalito sobre el proceso. Existen distintos quimiotipos (perfiles químicos de la planta) que sirven para diferentes patologías. Por ejemplo, el quimiotipo 3, alto en CBD, es muy útil en veterinaria para tratar enfermedades crónicas sin los efectos psicotrópicos asociados a altas concentraciones de THC.
El animal debe ser evaluado previamente, incluyendo análisis para verificar la funcionalidad de órganos como el hígado, ya que el cannabis tiene metabolización hepática. Aunque el cannabis tiene un amplio margen de seguridad y las intoxicaciones requieren dosis extremadamente altas, es importante que un profesional determine si el paciente es apto, ya que ciertas medicaciones no son compatibles.
"Lo que tratas de compensar es lo que el sistema endocannabinoide del animal no está generando", señaló Godoy. En animales con enfermedades crónicas, como artrosis, este sistema está afectado, y los fitocannabinoides de la planta ayudan a restaurar el equilibrio perdido.
La administración más común es a través de gotas en la mucosa oral. También existen formulaciones tópicas, como cremas para masajes, que Godoy dijo que ha utilizado. El tratamiento inicia con una fase de "impregnación", ajustando la dosis gradualmente hasta encontrar la que produce el efecto deseado, ya que cada animal responde de manera individual según su biología y estado de salud. La veterinaria destacó que ella potencia los resultados combinando el cannabis con otras terapias de su especialidad, como la acupuntura y la suplementación con omegas en la dieta.