En este contexto se dio el ingreso de Arancibia el 1ro. de septiembre, quien entró en una movida de piezas casi que se caía por su propio peso, porque la que fue reemplazada fue Carolina Giménez, que había sido designada por la gestión uñaquista y cuando llegó el orreguismo se quedó en el puesto, lo que incluso -dicen- que la asombró a ella. Así, Marcelo Orrego puso a uno de los socios de su espacio político, ya que Arancibia viene acompañando al orreguismo desde Juntos por el Cambio. Se sumó a un selecto equipo: el directorio completo se conforma por el presidente Gonzalo Campos, los directores que son Franco Pérgolis y ahora Arancibia, más el síndico Jorge Amarfil. Completan el team varios "responsables de área". Algunos críticos de esta empresa aseguran que la planta de personal es demasiado grande, a juzgar por la situación del negocio.
El desembarco de Arancibia, dijeron fuentes calificadas, sorprendió al mismísimo Campos que no habría sido consultado para la incorporación. Él y Pérgolis entraron cuando asumió el orreguismo. Pérgolis, al que no se le conoce militancia y llegó desde el sector minero, fue nombrado en lugar de Ariel Lucero que era alfil de Sergio Uñac, y se le vence el contrato en diciembre próximo, con lo que no se conoce si habrá más cambios en la empresa estatal para ese entonces. La permanencia de Campos, cercano al ex senador Roberto Basualdo, no estaría en peligro.
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Miguel Arancibia, a la derecha, junto a López Murphy en una de las visitas del líder de Republicanos Unidos a San Juan.
CANME no pasa por su mejor momento. Hasta que no consiga vender en farmacias su aceite no puede tener el despegue esperado. Hasta ahora se limitan a hacerlo para unos pocos que son los pacientes sin obra social que reciben esta ayuda desde el Ministerio de Salud. Parece que el asunto está avanzado y en breve se lanza al mercado el medicamento cannabico de CANME para venta al público, pero depende de muchos permisos que se hacen esperar. Ese parece ser el camino más cercano a ganar rentabilidad ahora, ya que la experiencia público-privada no tuvo los resultados esperados e incluso uno de los inversores está en medio de un pleito legal con el Estado. Aseguran que por el momento ampliar el relacionamiento con el sector privado quedó en stand by, hasta analizar bien la jugada para evitar dolores de cabeza, aunque eso condene a la empresa estatal a ser momentáneamente deficitaria.
Los vaivenes de CANME
La prometedora industria del cannabis medicinal en San Juan, liderada por CANME, experimentó un año de profundos altibajos, marcado por la parálisis de la actividad nacional y conflictos internos que dejaron un prometedor polo de desarrollo económico en un estado de virtual abandono. Lo que comenzó como un proyecto de vanguardia con invernaderos repletos y una visión de liderazgo provincial, se enfrentó a un complejo escenario jurídico y a una incertidumbre que puso en jaque las inversiones y las esperanzas.
La crisis se intensificó notablemente durante el último año por la intervención del organismo nacional regulador, ARICCAME, dispuesta por el presidente Javier Milei. Esta medida congeló los permisos necesarios para industrializar y comercializar las flores de cannabis, materia prima esencial para los aceites medicinales, afectando directamente el núcleo del negocio sanjuanino. Como consecuencia directa, el predio de 900 hectáreas en Campogrande del Acequión, Sarmiento, que albergaba los cultivos de CANME y cinco empresas privadas asociadas, quedó desolado. Las plantas se secaron y la infraestructura, que alguna vez simbolizó el esplendor del proyecto, luce hoy abandonada. Una de las empresas inversoras, Green Health, denunció públicamente la pérdida de al menos 3.000 kilos de flores de cannabis debido a esta larga espera.
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Plantas secas en el complejo de CANME San Juan, exhibidas por Green Healt.
A fines de 2024, la tensión entre la gestión estatal y sus socios privados se hizo evidente. Ante las quejas por las pérdidas económicas, el síndico de CANME, Jorge Amarfil, respondió -en diálogo con TIEMPO DE SAN JUAN- que las empresas debían disminuir su "nivel de ansiedad" y calificó la situación como una "dramatización". Amarfil sostuvo que los convenios firmados, vigentes hasta mayo de 2026, correspondían a una "etapa de investigación" y no de producción, por lo que las inversiones realizadas fueron a riesgo de los privados. Aseguró que CANME solo facilitó el espacio físico, el recurso hídrico y la seguridad, sin asumir responsabilidad por las expectativas de comercialización de los inversores. La empresa estatal argumentó que solo una de las cinco licenciatarias expresó públicamente su descontento, mientras que el resto entendió la necesidad de esperar las regulaciones nacionales.
Pese al desolador panorama en el predio de cultivo, CANME mantuvo cierta actividad en sus otras sedes. En diciembre de 2023 se inauguró un Laboratorio Piloto en el Hospital Julieta Lanteri y, en febrero de 2024, la empresa lanzó su primer lote de aceite medicinal, el Canme CBD 10, elaborado íntegramente en la provincia. Este producto se destinó a la entrega gratuita a través del Ministerio de Salud provincial para pacientes con patologías como la epilepsia refractaria.
Ya en 2025, ante la persistente parálisis del sector medicinal a nivel nacional, la directiva de CANME, encabezada por Campos, inició un "reseteo" estratégico, según adelantó TIEMPO DE SAN JUAN como primicia en marzo último. La empresa avanzó en la modificación de su objeto social para incluir también el cáñamo industrial, un producto cuyo desarrollo sí estaba siendo autorizado por el gobierno de Milei (del cáñamo se producen una gran variedad de productos, incluyendo textiles; alimentos y aceites; materiales de construcción y hasta papel, combustibles y lencería). Esta reconversión buscó atraer nuevas inversiones y dar un propósito renovado a la compañía, mientras se esperaba la reactivación de las licencias para el aceite medicinal. En medio de este viraje, la relación con algunos de los inversores originales se fracturó, llegando al punto de iniciar un pleito con una de las empresas por incumplimiento de contrato, detrás de la cual está el abogado sanjuanino Ernesto Clavijo.
Hacia mediados de este año, mientras se concretaba la ampliación del objeto social de CANME, surgieron debates en la Legislatura Provincial para crear un nuevo marco regulatorio que fomentara tanto el cannabis medicinal como el cáñamo industrial.
Finalmente, en julio, se anunció un avance significativo: el aceite Canme CBD 10 quedó a un paso de ser comercializado en las farmacias de San Juan a un precio competitivo, tras acelerar procesos de calidad y normativos. Este hito representa una luz de esperanza para la empresa, ofreciendo la posibilidad de generar ingresos y dar un paso firme hacia la sostenibilidad financiera, apostando a cerrar así un año de dificultades y redefiniciones estratégicas. Hay que ver si se da.
El abecé de la empresa de cannabis sanjuanina
CANME, cuyo nombre completo es Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado, es una empresa estatal de San Juan -como son EPSE, OSSE o Innova-, creada por ley en el año 2019, durante la gestión de Uñac. Su misión principal es la elaboración de productos medicinales de alta calidad y con trazabilidad a partir del cannabis, buscando consolidar a la provincia como un polo científico, tecnológico, industrial y productivo en este sector. Para lograrlo, establece alianzas estratégicas con diversas entidades públicas y privadas, así como con universidades e instituciones médicas. Como se contó, debido a las dificultades regulatorias a nivel nacional para el cannabis medicinal, la empresa amplió su objeto social para incluir también el desarrollo del cáñamo industrial.
La empresa estatal ejecuta sus actividades en cuatro sedes diferentes distribuidas en la provincia de San Juan. El cultivo de la materia prima se realiza en un predio de 900 hectáreas que es Campogrande del Acequión, ubicado en Sarmiento. Este lugar fue seleccionado por sus condiciones óptimas, como la alta radiación solar, los 300 días de sol al año y las escasas precipitaciones. En este predio, CANME facilita el espacio físico, el recurso hídrico y la seguridad a empresas privadas con las que tiene convenios para la investigación y cultivo.
La producción del aceite medicinal se lleva a cabo en un Laboratorio Piloto de Producción que funciona en un módulo cedido por el Ministerio de Salud dentro del Hospital General Dra. Julieta Lanteri, en Rivadavia. Por otra parte, el control de calidad de sus productos se realiza en un laboratorio de Calidad que opera en conjunto con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), localizado en la Estación Experimental de esta institución en la Calle 11, Pocito. Las oficinas administrativas de CANME operan en el edificio de la Obra Social Provincia.
¿Quién es Miguel Arancibia?
Arancibia es un abogado y procurador egresado de la Universidad Nacional de Córdoba en 1987. Desde ese mismo año, ejerce su profesión de forma independiente en su propio estudio, especializándose en Derecho Comercial, Bancario, Civil y Laboral. A lo largo de su carrera, ha combinado su práctica privada con una larga trayectoria en el sector público y político. Entre 1987 y 1991, se desempeñó como Director del Sistema Provincial de Ciencia y Técnica del Gobierno de la Provincia de San Juan. Entre 1992 y 1995, fue asesor en la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación. Desde el año 2000 hasta 2003, ocupó el cargo de Director en el Banco de San Juan S.A., representando al Estado Provincial. También tuvo un paso por la gestión municipal como Secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Juan durante los años 2004 y 2005. Fue candidato en varias oportunidades, incluso a gobernador.
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Arancibia como funcionario de Carlos Gómez Centurión. La mirada atenta de Leopoldo Bravo.
Su perfil profesional se destaca por su extensa experiencia como apoderado para asuntos judiciales de numerosas e importantes entidades, principalmente del sector bancario y financiero, como la Banca Nazionale del Lavoro, Banco Patagonia Sudameris, HSBC Bank Argentina, Banco Regional de Cuyo, Banco Comafi y el Banco Hipotecario, entre otros. Además, ha representado a empresas mineras como "IDEMSA", a la Cámara de Comercio Exterior de San Juan en temas de Derecho Internacional Privado, y a diversas compañías y particulares en asuntos comerciales y penales económicos. Su labor también incluye la asesoría jurídica en Derecho Internacional Privado para empresas como Fruto Nuevo SRL.