El negocio del cannabis medicinal tiene todo el potencial en San Juan: una empresa estatal, CANME, creada para manejarlo junto con los privados; un enorme predio en Sarmiento para poder cultivar, y empresas interesadas en invertir. Pero cuando asumió Javier Milei intervino el organismo nacional ARICCAME que maneja todos los permisos en el país y dejó en stand by las licencias para el uso medicinal, permitiendo por el momento solo el uso de esta planta para producir cáñamo industrial, relacionado con las producciones textiles, materiales de construcción, papel, telas, jabón, alimentos, suplementos alimentarios y cosméticos.
Por eso es tan importante el decreto que acaba de firmar Marcelo Orrego, que permite ampliar el objeto social de CANME para que pueda dedicarse al cáñamo industrial mientras espera que Nación libere el uso medicinal del cannabis.
El decreto del gobernador, fechado el 26 de mayo y que fue comunicado días atrás a la Legislatura de San Juan, habilita el reseteo de la empresa estatal y poder dedicarse a otros usos de la multifacética planta. Este viraje, que fue adelantado que estaba en preparativos en exclusiva por TIEMPO DE SAN JUAN en marzo de este año, es fundamental para relanzar el negocio del cannabis en San Juan.
Incluso, con esta herramienta legal en mano, CANME ya elevó a ARICCAME el pedido de licencia para el cultivo agrícola del cáñamo, según informaron desde la empresa estatal a TIEMPO DE SAN JUAN. Agregaron que empezarán con el uso agrícola del cáñamo porque no se puede todavía hablar de industrial, ya que va por etapas.
La Ley 1951-A, en su artículo 14, aprueba el Estatuto Social de Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado y faculta al Poder Ejecutivo a "efectuar todas las modificaciones del Estatuto Social de Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado, que estime necesarias, debiendo remitir a la Cámara de Diputados la comunicación del uso de dicha facultad".
De acuerdo a los argumentos planteados en el decreto de Orrego, "es necesario reformar el Estatuto a fin de adecuar su objeto teniendo en miras la sanción de la Ley 27.669, en la que además del desarrollo de las actividades de la Sociedad con fines científicos, medicinales y terapéuticos, se suman los usos industriales de la planta de cannabis".
Agrega que "se ha considerado conveniente establecer dentro del objeto social, la realización de otras actividades que permitan la generación de recursos para hacer sustentable esta Sociedad Estatal". Y que por estas razones, de decidió ampliar el objeto social, tomando intervención la Asesoría Letrada del Ministerio de Salud.
Un as bajo la manga
La jugada de CANME avalada por Orrego tiene que ver con sortear un momento no auspicioso para el desarrollo del cannabis medicinal en todo el país. Al asumir Milei, intervino la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), que es la que ordena el sistema en Argentina. El interventor, Ignacio Ferrari, a mitad de 2024 relanzó el sistema para inscribir proyectos productivos asociados al cáñamo industrial, derogó las reglas anteriores y fijó nuevos aranceles para su aprobación.
A grandes rasgos, la normativa nacional nueva habla de cáñamo y dejó para "después" las licencias respecto de las flores, que es a lo que se dedicaba hasta ahora San Juan. Como no se establecieron fechas, CANME quedó en un limbo hasta que se lance esta etapa. Y con planes muy avanzados para comercializar el aceite medicinal, que depende de estos permisos.
En este marco, el presidente de CANME, Gonzalo Campos, se reunió con Ferrari el 12 de diciembre y obtuvo la promesa de pronta autorización de los proyectos asociados al uso medicinal del cannabis, que para Nación consisten en una segunda etapa. Pero hasta ahora no se habilitó.
La primera etapa, que está permitida, refiere al desarrollo del cáñamo, para uso agrícola, de producción de diversos productos. La mayor parte de los desarrolladores en Argentina se dedican al uso medicinal con las flores, como San Juan, por eso Campos considera que se abrirá un amplio mercado permitiendo virar hacia el cáñamo y potenciarlo hasta que se pueda avanzar con la segunda fase. El cáñamo es una planta de la misma familia que la marihuana que contiene más CBD y menos THC que esta última.
Lo que se viene
¿Cómo será en la práctica de implementar el desarrollo del cáñamo? "Primero tenemos que tener la licencia de la etapa uno. Que si nosotros cambiamos el objeto social y se acepta, ya podemos tenerla", dijo oportunamente el presidente de CANME. Es decir, ahora que Orrego firmó el decreto con la autorización, CANME ya cuenta con la ampliación de su objeto social y por eso pudo ir a ARICCAME a pedir la autorización para dedicarse a ese negocio.
Una vez que Nación les certifique esa etapa, para lo cual no hay fecha, CANME estará habilitada para hacer un modelo de negocios nuevo con el cannabis en San Juan. Un sistema parecido al que existe ahora con las flores, pero con cáñamo. Es decir, llamar inversores, ofrecerles la tierra y sacarle provecho a las plantas.
CANME cuenta con un predio, Campogrande del Acequión, en Sarmiento, de unas 900 hectáreas, que alberga los terrenos que concesionó años atrás la empresa estatal a cinco empresas privadas para cultivar cannabis para uso medicinal. El lugar hoy refleja el parate de la actividad que se busca revertir.
Lo que se busca oficialmente es "abrir el espectro de esa industria del cáñamo como una alternativa opcional, si la etapa dos no se destraba, rápidamente ya reconvertimos", valoró Campos. Agregó sobre este nuevo esquema que "nosotros queremos que eso esté operativo lo más rápidamente posible".
Asociadas a CANME como inversoras firmaron oportunamente contratos para trabajar las compañías privadas Cannoil, Cann 4.0, Mediplant, HDE y Green Health. Para Campos, los inversores actuales se pueden reconvertir al cáñamo. De las cinco originales, quedan tres.