La interna entre el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Cristóbal Carrizo, y el principal opositor del gremio, Rubén Torres, no es nueva. La desaparición de una camioneta Kangoo y las acusaciones cruzadas terminaron marcando las elecciones desarrolladas en agosto del 2023, a través de las cuales el oficialismo logró su tercer mandato. Lejos de quedar atrás, ese incidente sigue teniendo repercusiones aún en el 2025: el año pasado, Torres fue expulsado del sindicato por el mismo hecho y, ahora, el Consejo Directivo Nacional ordenó su restitución.
La camioneta marca Kangoo fue un antes y un después para el conflicto político dentro del gremio. Carrizo denunció la desaparición de la misma días antes de las elecciones y acusó a Torres de habérsela llevado, mientras que casi paralelamente el opositor denunció que se la habían robado de la intersección de las calles San Luis y Patricias Sanjuaninas, en Capital.
Por este episodio, Torres fue suspendido por 90 días de la comisión directiva, de la cual formaba parte en ese entonces. Finalmente, la camioneta fue hallada por efectivos de la Comisaría 5º y otra persona vinculada al gremio fue detenida, por lo que el dirigente opositor fue desvinculado del caso.
Pero el enfrentamiento no terminó allí. El 30 de abril del 2024, Torres fue invitado al Congreso Extraordinario del gremio, que se realizó en el camping de la institución. En la invitación no aclararon qué temas se iban a tratar y asistió, completamente desprevenido.
El congreso definió por mayoría la expulsión de Torres del sindicato, alegando la desaparición de la camioneta como motivo principal. Inmediatamente, el dirigente elevó al Consejo Directivo Nacional un pedido de impugnación de la decisión del congreso, dado que, según él, no tuvo derecho a la defensa.
Resolución - CDP San Juan.pdf
Las autoridades del Consejo intercedieron e investigaron la situación. Según explica el comunicado, entienden que a Torres se lo juzgó dos veces por el mismo hecho, obteniendo dos condenas diferentes: la suspensión por 90 días, del año 2023; y la expulsión efectivizada meses después. Plantea, además, que al ser invitado al Congreso sin haberle explicado previamente los motivos del mismo, el dirigente no tuvo la posibilidad de defenderse de las acusaciones.
De esta manera, desde el Consejo declararon la nulidad de la expulsión impuesta a Torres y le reintegraron de inmediato la afiliación de manera retroactiva, es decir, desde la realización del Congreso en abril pasado.
¿Vuelta al gremio?
Ante esta situación, Tiempo de San Juan se comunicó con Torres, quien aseguró que volverá a pelear por el gremio. “Toda mi vida quiero pelear por ATE, desde los 18 años que estoy acá”, aseguró.