Un policía sanjuanino extravió su pistola en el predio de un conocido supermercado de Capital y el caso terminó involucrando a otro miembro de la fuerza provincial. Resulta que los investigadores de la UFI Delitos contra la Propiedad empezaron a buscar el arma y descubrieron que la tenía otro efectivo retirado de la misma Policía de San Juan.
La causa está en manos de la ayudante fiscal Ximena Rodríguez, de la UFI Delitos contra la Propiedad, quien puede pedir que se investigue el posible delito de hurto. Es que el policía retirado que tenía en su poder la pistola 9mm y las otras cosas perdidas, las devolvió el sábado último y quedó en la mira por algunas cosas que no cierran.
La historia empezó el viernes 6 de septiembre a la noche en el estacionamiento del conocido supermercado de las calles 25 de Mayo y Jujuy, en Capital. Un cabo de la Policía de San Juan de apellido Olmedo salió con su mujer de hacer compras, cargó las bolsas de mercadería en su coche y olvidó su mochila con su arma reglamentaria, los cargadores y otros efectos dentro del carrito.
El policía y su pareja se marcharon y al rato se dieron cuenta que les faltaba la mochila. Lo peor de todo es que también habían extraviado la pistola 9mm. Ante eso, volvieron al supermercado de Capital, buscaron la mochila en el estacionamiento y preguntaron a los guardias de seguridad, pero no la encontraron y nadie supo decirle si habían visto algo. Fue así que radicaron la denuncia y tomó intervención el personal de la UFI Delitos contra la Propiedad con los policías de la sección Robos y Hurtos.
El policía olvidó su mochila con el arma en un carrito. Lo extraño es que cuando regresó, no la encontró y nadie supo decirle si vieron si alguien se la llevó.
Los investigadores policiales y judiciales pidieron las grabaciones de las cámaras de seguridad del predio comercial y lograron determinar que, efectivamente, la mochila había quedado en un carrito. A través de las imágenes advirtieron que, minutos después que se retiró el auto del cabo Olmedo, se acercó un coche rojo. En esa secuencia vieron bajarse a un hombre, quien tomó la mochila y se marchó a bordo del vehículo, revelaron fuentes del caso.
También tomaron nota de la patente y luego localizaron el domicilio de su titular, que resultó ser una mujer, explicaron. Los policías hicieron averiguaciones y establecieron que la dueña del rodado es pareja de un suboficial retirado de la Policía de San Juan que se moviliza en el coche rojo, según las versiones.
A todo eso, aparentemente, el policía jubilado se enteró que la UFI Delitos contra la Propiedad andaba averiguando sobre el destino del arma y el sábado en la tarde se presentó en una comisaría para entregar de forma voluntaria la pistola, la mochila y los otros efectos, de acuerdo las primeras versiones. Otros dijeron que fue el domingo.
El suboficial retirado, cuyo apellido empieza con la letra A, habría declarado que encontró la mochila en el estacionamiento del supermercado y se la llevó porque pensaba buscar al dueño para devolvérsela. Sin embargo, lo que no pudo explicar fue por qué no la entregó a los guardias o los empleados de la firma comercial. O por qué tardó un día para dar aviso del hallazgo. Por ahora, el expolicía continúa en libertad, pero puede quedar imputado por un hecho delictivo.