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SUSCRIBITELa menor tenía los signos vitales muy débiles y la madre llegó desesperada a la comisaría pidiendo ayuda. Los efectivos son de comisaría 24ta.
En la madrugada del jueves 6 de junio, una escena desesperante sacudió a los policías de Comisaría 24ta de Rawson, cuando una joven irrumpió en la dependencia con su hija de tres años en brazos, quien no reaccionaba y presentaba signos vitales muy débiles. Gracias a la rápida y decidida intervención del personal policial, la niña sobrevivió.
Eran aproximadamente las 5:30 de la mañana cuando Priscila Ayelén Ávila, de 25 años, llegó visiblemente angustiada a la sede policial ubicada en Barrio Salvador María del Carril, trayendo en sus brazos a la pequeña Martina Castro. Según relató la madre, la niña no reaccionaba y su estado era alarmante.
Inmediatamente, el personal de guardia tomó el control de la situación. Mientras solicitaban apoyo a la patrulla más cercana, comenzaron a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en un intento por estabilizar a la menor.
En cuestión de segundos, arribó al lugar un patrullero, al mando del Oficial Ayudante Martín Santiago Jara Santander. Sin perder tiempo, decidieron trasladar de urgencia a la nena y a su madre al Centro de Salud René Favaloro. A bordo del móvil policial, la Cabo Jesica Anabel Álvarez continuó con las maniobras de RCP, mientras el equipo daba aviso al operador del CISEM para coordinar una asistencia inmediata.
Durante el trayecto, Martina seguía sin reaccionar, pero al acercarse al centro asistencial, y gracias a la persistencia del personal en las maniobras de reanimación, la pequeña logró abrir sus ojos. Una vez en el centro de salud, fue atendida de urgencia por el personal médico y quedó internada en sala de emergencias.
Según el diagnóstico médico posterior, Martina habría sufrido un principio de infarto relacionado con una afección cardíaca conocida como Comunicación Interauricular (CIA), una patología congénita que afecta el normal flujo sanguíneo entre las aurículas del corazón.
Horas más tarde, ya con la situación bajo control, la señora Ávila regresó a la comisaría acompañada de su hija para agradecer personalmente a los efectivos que intervinieron en el dramático episodio. “Gracias a la rapidez y eficiencia del personal policial, mi hija hoy está viva”, expresó emocionada.
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