El sujeto que había quedado en la mira de la justicia, sospechado de raptar a una menor en Rivadavia, se presentó frente al juez de Garantías este martes por la mañana y quedó imputado por un delito más grave de lo que se preveía: abuso sexual con acceso carnal.
Sin embargo, su abogado defensor Julián Gil aseguró que entre su patrocinado y la menor en cuestión no medió la violencia en ningún momento y reconoció que, si hubo un delito, fue otro: el de abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima.
Todo comenzó en mayo de este año, según relataron fuentes judiciales, cuando una niña de 14 años viajó de Caucete hasta Capital. El contexto aún no está claro, ya que la menor dijo que en ese momento fue raptada por un hombre que la forzó a entrar a un automóvil color azul, pero que pudo escaparse del mismo.
Sin embargo, el supuesto captor fue identificado rápidamente. Se trata de Isaac Santiago Castro, un chico de 18 años a quien la adolescente conocía y con quien habría quedado para juntarse ese día. Así lo afirmó la defensa, que aseguró que todo sucedió de manera consentida.
“Se conocían a través de un grupo de amigos, quedaron en verse y fueron hasta la casa del imputado, ubicada en la Villa Santa Anita”, comentó y agregó: “Mantuvieron relaciones sexuales y después la chica le dijo a su madre, que la habían querido raptar”.
Acorde expresó el abogado, aparentemente, la niña le manifestó eso a su progenitora para zafar puesto que no podía ubicarla, mientras se encontraba en Rivadavia. “Quizás no supo qué decirle a la madre y dijo eso”, sentenció.
En la audiencia de formalización del caso, la fiscalía representada por Roberto Mallea solicitó la prisión preventiva para el acusado. Sin embargo, el juez Diego Sánz le concedió la libertad y le impuso una prohibición de acercamiento a la víctima.
El próximo viernes se llevará adelante la declaración de la menor en Cámara Gesell y ese testimonio será clave para la investigación en curso de parte de ANIVI.