A casi un año de que trascendiera la denuncia por estafa contra el hermano de un juez sanjuanino, fuentes allegadas a la causa señalaron que se sumó una nueva sospecha que complicó su situación y, cuando se disponía a acordar una pena en juicio abreviado, un cambio de último momento postergó la definición de su caso.
Se trata de Martín Julio Figuerola, quien fue acusado de vender una camioneta robada y por eso fue imputado por defraudación, en octubre de 2024. La causa que instruyó el fiscal Nicolás Alvo avanzó y, acorralado por las pruebas, el sospechoso pretendía llegar a un acuerdo. Es que, después de la primera denuncia, sobrevino una segunda que lo colocó tras las cuerdas.
No obstante, su abogado defensor renunció a la representación, en al última audiencia, y nada de lo que estaba previsto ocurrió. Por motivos que se desconocen, Alejandro Castán dejó de ser su abogado y, frente al incidente, todo quedó en suspenso hasta que designe a un nuevo letrado que asuma en la defensa técnica.
Fuentes cercanas señalaron que, pese a la compleja situación que afronta, podría evitar una condena que marque sus antecedentes. Las mismas explicaron que ello sería posible, siempre que convenga una solución alternativa con uno de los denunciantes (posiblemente la segunda denuncia) y que, por la causa instruida, reciba una suspensión de juicio a prueba.
Figuerola es medio hermano de Javier Figuerola, con quien no tendría relación de ningún tipo. Acorde citaron fuentes tribunalicias, el magistrado "lo desconoce".
El sujeto fue acusado por estafa y fue embargado por $30 millones por decisión del juez de Garantías, Sergio López Martí. El representante del Ministerio Público, que le endilgó el delito relató que Figuerola vendió una Toyota Hilux SW4 que era robada, por la que recibió una camioneta Amarok y un Chevrolet Aveo como forma de pago, además de $5 millones.
Acorde la teoría del caso, el denunciante, de apellido Mattar y que estuvo representado por el querellante Maximiliano Páez Delgado, realizó la operación de compra el 9 de agosto de este año y, cuando creyó que el negocio había sido limpio, se vio sorprendido por personal de la UFI de Delitos contra la Propiedad que le informó que la camioneta era melliza.
A pesar de que había tomado la posesión del vehículo y lo usaba para desplazarse por las calles sanjuaninas, la presunta víctima no había conseguido la transferencia del rodado. Pese a su insistencia por obtener el documento, Figuerola le ofrecía excusas por las que todavía no cumplía con ello. Según el fiscal, argumentaba que -como el rodado lo había comprado en Buenos Aires- le costaba llegar a un acuerdo con aquellos que se la habían vendido a él.
En la audiencia de formalización del caso, el fiscal Nicolás Alvo declaró que Figuerola tenía 8 procesos penales y que 5 de ellos eran por estafa. Otras versiones aseguraron que el sujeto que permanece en libertad mientras es investigado tiene 10 causas y que su historial delictivo inició allá por el 2001; todas ellas serían vinculadas a estafas.