Después de que la justicia le dictara el sobreseimiento al exintendente de Calingasta José Adolfo Ibazeta, que estaba imputado por la muerte de un nene dentro de su propiedad, la parte querellante del caso protestó contra el fallo que lo libró de culpas.
Este martes por la mañana, los abogados que representan a la familia del chiquito que perdió la vida tras ser aplastado por un arco de fútbol presentaron la impugnación contra la resolución que emitió el juez de Garantías que desligó de responsabilidad a Ibazeta.
Según explicó el querellante Fernando Castro, el argumento es que el magistrado -Diego Sanz- no hizo mérito sobre las pruebas ofrecidas, sino que adoptó directamente la tesis de la fiscalía. La misma, representada por el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante Adrián Elizondo, llegó a la conclusión de que no explotaba el lugar donde ocurrió la tragedia ni tampoco estaba a cargo del mantenimiento; solo cobraba el alquiler del terreno.
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José Adolfo Ibazeta, el exintendente que fue sobreseído
Sin embargo, para la querella había pruebas que complicaban su situación. “El juez no valoró las pruebas, por eso pedimos la nulidad”, indicó Castro al mismo tiempo que remarcó la falta de fundamentación, por lo que agregó: “Eso hizo que la querella no pudiera argumentar en contrario”.
Ante estos reclamos, el juez del Tribunal de Impugnación Juan Carlos Caballero Vidal (h) tendrá que analizar la situación y luego resolver si dar lugar o no lo solicitado por la querella. Para ello tiene un plazo de 30 días para expedirse.
La defensa por su parte, encarnada por Franco Marchese, espera que la resolución sea un revés para los querellantes.
El otro imputado, Gustavo Campillay, señalado como el responsable del cuidado del predio, fue acusado por homicidio culposo y aguarda por el juicio. Fuentes allegadas comentaron que la situación podría resolverse en un juicio abreviado, luego de que el Ministerio Público y la defensa lleguen a un acuerdo.
La tragedia
El hecho ocurrió el 16 de mayo de 2021, en unas canchas de fútbol de Barreal donde se festejaba un cumpleaños, cuando la víctima de 4 años fue aplastada por un arco que se le cayó encima. El niño identificado como Hilario Uribe jugaba con otros chicos y, supuestamente, uno de ellos se colgó y la estructura metálica cayó arriba del pequeño.
Hilario tuvo la desgracia de que los caños lo golpearan en su cabeza y le provocaran una grave herida en el cráneo. Lamentablemente, ello le causó la muerte. A partir de entonces, se inició una causa judicial y se conformó la querella en representación de la familia para responsabilizar al dueño y al encargado del predio.