Una docente, su hijo discapacitado motriz y su pareja se ausentaron de su casa en Chimbas tras el rebrote de la pandemia y delincuentes aprovecharon para saquear la vivienda. Primero la ocuparon, pero como la Policía los echó, después volvieron y se llevaron todo lo que pudieron. Robaron desde el lavamanos, la grifería y hasta las camas de los dormitorios.
Literalmente la vaciaron, reconoció Malvina Núñez, una maestra de educación primaria que es mamá de un adolescente de 14 años con problemas motrices. La mujer, su pareja y su hijo viven en una casa del Sector 5 del barrio Santa María de Chimbas, la que fue escenario del ataque de delincuentes.
Núñez contó que desde que empezó a la pandemia no pudo seguir con el tratamiento de rehabilitación de su hijo y en las últimas semanas le comunicaron que debían hacerlo vía on line. Fue por eso que se mudó a la casa de sus suegros, además porque la casa no está acondicionada del todo para su hijo que no puede movilizarse. “No es fácil. Hace poco nos entregaron la vivienda y no tengo todas las comodidades, por eso ahora no estábamos ahí a raíz de la pandemia”, expresó.
La última vez que estuvieron en la casa fue la semana pasada. El sábado a la noche, desconocidos rompieron la cerradura de la puerta del frente y la ocuparon. Los vecinos llamaron a la Policía y denunciaron la ocupación ilegal. Horas después los uniformados obligaron a los intrusos a marcharse. A todo, nadie podía localizar a la docente porque no tenían el número de su teléfono.
Se sospecha que los “ocupas” no se quedaron conformes y aparentemente volvieron a la casa en estas últimas noches. Y como sabían que no podía quedarse, saquearon la propiedad. Robaron el lavamanos del baño y parte de la grifería, la cocina, el horno eléctrico, todos los platos, ollas, cubiertos, una mesa y las tres sillas y hasta dos camas con las sábanas y prendas de vestir de la familia, entre otras cosas, denunció la mujer. Incluso, sustrajeron la puerta de rejas que compró y que en estos días pensaba colocar en la puerta principal de la vivienda, justamente, para asegurar el ingreso.
“Me encontré con la sorpresa este martes. Dejaron vacía mi casa. Robaron de todo. Tengo que empezar de nuevo para reponer las cosas que se llevaron. No robaron el inodoro porque no lo pudieron arrancar. Es increíble que esto pase y los vecinos no vieron nada. Hice la denuncia en la comisaría 17 y me dijeron que a partir de ahora van a hacer más recorridas por el barrio y van a poner vigilancia”, expresó Núñez, la damnificada