Un perito y psiquiatra aseguró que la joven tiktoker que se viralizó tras contar que estaba enamorada del rugbier Blas Cinalli, en prisión por ser autor secundario del asesinato de Fernando Báez Sosa, podría padecer una desconexión de la realidad que podría estar vinculada a situaciones traumáticas.
El profesional Enrique De Rosa Alabaster, consideró que una de las principales afecciones sería la hibristofilia, capaz de “generar relaciones con personas importantes, en muchos casos la importancia tiene que ver con aspectos marginales” y que al ser una persona reconocida o una situación “difícil” lo podría sacar de un estado de vacío emocional”.
“No es una enfermedad en sí misma. Es algo que va acompañado de otras cuestiones, pero tiene que ver con la estructura y la historia de cada persona. De alguna manera, es una desconexión con la realidad, pero no al nivel de lo psicótico”, detalló el perito.
Según el profesional de la salud “la hibristofilia es una condición, no es una patología, es una descripción fenomenológica de algo que pasa. Obviamente, incluye la idea de alguna alteración en la estructura psíquica, pero tiene que ver con la historia de esa persona”.
SE ENAMORÓ DE UN ASESINO DE FERNANDO BAEZ SOSA
La joven, de nombre Julieta, grabó un vídeo en Tiktok en el que detalla que está enamorada de Blas Cinalli al punto de obsesión de soñar con él. “Sé que no me puedo enamorar de un asesino que está preso, pero lo amo, no me juzguen”, sostuvo.
Luego del vídeo de la joven, que se viralizó rápidamente, recibió una catarata de críticas e insultos en las redes sociales, que involucró hasta a familiares de la influencer de 22 años quienes no estaban de acuerdo con ella.
"Están enojados conmigo, pero yo soy grande, mayor de edad, y puedo tomar mis propias decisiones. Lo que yo haga depende de mí, mi familia no tiene nada que ver. A ellos no les gusta para nada lo que estoy haciendo", aseguró sobre la situación que atraviesa con su familia, la joven que tuvo que poner sus redes sociales en privado para evitar seguir recibiendo mensajes agresivos.
Blas Cinalli fue condenado por partícipe secundario del delito "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves" una pena de 15 años de prisión, la máxima para esta calificación.
Además de Cinalli, los otros dos rugbiers que fueron condenados como partícipes secundarios a una pena de 15 años fueron Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, mientras que Máximo Thomsen, autor de la patada mortal, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ciro y Lautaro Pertossi fueron condenados a prisión perpetua.