Fiorella Giménez, reconocida por su participación en “Showmatch” y su relación con el actor Agustín “Cachete” Sierra, decidió viajar a Brasil para disfrutar de unas vacaciones junto a su abuela.
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SUSCRIBITEEl relato de lo que le ocurrió es realmente aterrador. Mirá lo que dijo.
Fiorella Giménez, reconocida por su participación en “Showmatch” y su relación con el actor Agustín “Cachete” Sierra, decidió viajar a Brasil para disfrutar de unas vacaciones junto a su abuela.
Según relató la protagonista, junto a un grupo reducido de cinco personas decidieron visitar una favela de Río de Janeiro: ella, su abuela, un guía y dos turistas más de nacionalidad brasileña.
Todo comenzó a ir mal cuando pararon a comer. La bailarina contó: “Nos convidan a mi abuela y a mí y nos dan dos vasitos perfectos, con licuado de banana. Mi abuela me dice ‘Fio, tomátelo vos el mío si querés, porque me va a hacer mal a la panza’”.
Luego de un rato, mientras el grupo continuaba con el recorrido, la joven comenzó a sentirse rara: “Me paro y digo: ‘Uf, qué cansadas que tengo las piernas’”.
Pocos minutos después, la situación empeoró: “Me empezaron a temblar las piernas, los cuádriceps. Sentía que ya no podía subir más las escaleras, como que se me desvanecían las piernas”.
Tratando de aliviarse, bebió agua y, al llegar a una casa de la favela, decidió entrar al baño para intentar registrar mejor lo que le estaba ocurriendo. Fue entonces cuando notó que sus manos también temblaban.
En ese momento, el guía de la excursión se acercó a ella para intentar calmarla, atribuyendo sus síntomas a una baja de presión, pero Fiorella no le creyó: “Le digo: ‘Abuela, no tengo la presión baja. Estoy sintiendo algo en el cuerpo que nunca en la vida sentí’”.
La anciana, notando que la situación podía volverse todavía más peligrosa, se hizo cargo de la situación: “Me agarra el brazo y me dice ‘Fiorella, venís conmigo’”. Ambas salieron del recorrido por su cuenta, a pesar del riesgo que significaba entrar en un terreno desconocido.
La bailarina relató: “Nos mandamos solas en el medio de la favela, lo cual es un peligro. No encontrábamos un taxi. Teníamos como 40 minutos y yo no podía más. Empiezo a sentir palpitaciones muy fuertes en el corazón”.
Finalmente, lograron tomar un taxi y regresar al hotel, donde la joven se durmió. Al despertarse, notó que la sensación de pesadez en los brazos persistía. Buscando respuestas, decidió llamar a su psicólogo y contarle lo sucedido: “Él me dice: ‘Una paciente la semana pasada me contó la misma situación que me estás contando vos en Brasil con los mismos síntomas, pero no fue con un licuado de banana, fue en contexto boliche a la noche’”.
Al día siguiente, cuando se despertó, Giménez abrió su Instagram y recibió un mensaje de su guía: “‘Buen día. ¿Todo está bien? Soy el chico que estuvo contigo en el paseo ayer. ¿Estás bien? Esperé el final del recorrido para invitarte a hacer algo’”.
Esa actitud generó aún sospechas en la bailarina, quien comenzó a entender lo ocurrido: “¿Por qué me preguntás si estoy bien? Me viste una sola vez en la vida y me fui cinco minutos antes de la excursión. Es que cierra todo, ¿entienden? Obviamente, lo bloqueé y no le respondí. Yo soy una mina muy confiada, que no pienso realmente que la gente puede llegar a tener una mala intención. Pero no saben lo mal que la pasé”.
Fiorella remarcó: “No podía controlar mi cuerpo y yo tengo mucha conciencia de mi cuerpo porque soy bailarina. A mí no me van a pelotudear. Yo no tenía la presión baja, a mí no me afecta el calor, no me pasaba nada de eso. ¿Viste cuando tu mamá te dice: ‘No tomes nunca de un vaso que no viste cómo lo hicieron’? Por más que estés en una excursión paga, donde todo parezca seguro, no tomes un vaso nunca”.