Con una remera que llevaba la leyenda "no a la minería contaminante", Calle 13 salió al escenario poco después de las 23 y las más de 50 mil personas instaladas en el predio del ex ferrocarril de Luján estallaron de alegría.
René Pérez Joglar y Eduardo Cabra tuvieron que sortear la larga fila del Acceso, pero salió con toda la energía y con un fuerte mensaje contra la minería contaminante plasmado en su remera.
René, como siempre, con el pantalón Adidas, y once músicos a sus espaldas en un show con un escenario y un sonido impecables.
La organización, en cambio, no fue tan impecable como el recital, que siguió con "No hay nadie como tú" como segundo tema. Allí la multitud acompañó la voz del Residente cantando "el que no salta es un inglés" al unísono.
Había gente de toda Mendoza, de provincias vecinas y cientos de chilenos que viajaron exclusivamente para presenciar el recital que disfrutaron a pleno con temas como "Beso de desayuno", dedicado a las mujeres, "Ven y critícame" y "Vamo´a portarnos mal", de su último disco "Entre los que quieren".
Pero apenas 300 policías custodiaron el abarrotado lugar, que no contó con un plan para estacionar los autos ni con señalización clara para que la gente pudiera instalarse con comodidad.
Defensa Civil dispuso salidas de emergencia en los cuatro puntos cardinales y en la entrada, a los que llegaban, un grupo de jóvenes autoconvocados de Luján pidió alimentos no perecederos para los damnificados por las últimas tormentas en el Bajo Luján.
Cabe recordar que el ambiente político estuvo bastante revolucionado en los días previos al recital. Desde el bloque opositor al partido del intendente justicialista Carlos López Puelles se reclamó que el dinero invertido en el show fuera destinado a ayudar a los damnificados por la última tormenta que afectó, sobre todo, a la zona del Bajo Luján. Además, se hizo referencia a que era un gasto desmedido para el presupuesto anual que el municipio tiene destinado para Cultura. A pesar de que los demócratas pidieron que se suspendiera el espectáculo, finalmente llegó y fue de lo mejor que ha visto Mendoza en los últimos años.
Eso sí: algunas familias se quedaron atrás y sólo pudieron escuchar, ya que delante del escenario se montó otro y el predio estaba tan abarrotado que quienes se vinieron con los hijos y la canasta para el pic nic tuvieron que conformarse con el excelente sonido de la banda.
Algunos de los que se quedaron adelante desde la mañana sufrieron desmayos, ya que la espera fue mucha.
Para los que pudieron quedarse, valió la pena.
(Los Andes)