Luego de la aparición del primer caso en la Argentina de una lesión pulmonar asociada al consumo del cigarrillo electrónico, la Secretaría de Salud de la Nación emitió un alerta epidemiológica en el que invita a los profesionales de todo el país a tomar cartas en el asunto.
Mediante el comunicado oficial, la cartera sanitaria instó a los centros de salud a informar sobre posibles casos de problemas de salud relacionados al vapeo, brindar educación sanitaria a la sociedad y asesorar sobre los métodos aprobados y efectivos para dejar de fumar.
El primer caso argentino salió a la luz durante el último mes, cuando un hombre de 30 años acudió a una clínica privada porteña por un cuadro de graves dificultades para respirar. Después de diversos análisis, la especialista Roxana Berenguer detectó que el paciente presentaba un cuadro de proteinosis alveolar, una afección que se presenta a través de la acumulación de lípidos y proteínas en los alvéolos del pulmón.
El cuadro del hombre era muy grave. Durante al menos 72 horas necesitó asistencia respiratoria mecánica con coma inducido y permaneció durante más de una semana en terapia intensiva.
El enfermo, que reveló haber fumado cigarrillo tradicional durante 15 años y que llevaba unos meses con el uso del electrónico, fue dado de alta con oxígeno suplementario y control ambulatorio.
Así, la Secretaría de Salud emitió una serie de puntos oficiales para los responsables de salud de todo el país, con el fin de poder agilizar un registro y un seguimiento más específico acerca de las enfermedades asociadas al vapeo.
El documento se desarrolla con dos puntos fuertes: las "Recomendaciones para los equipos de salud" y la "Información para la población"
Entre las misivas para los profesionales, la cartera sanitaria destaca la vigilancia y las definiciones de casos.
Vigilancia: “Para el nivel jurisdiccional: Implementar la vigilancia de Lesión Pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico en todos los servicios de salud que atiendan casos probables o confirmados (...) Para los servicios de salud: Notificar de forma inmediata a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud todos los casos probables y con datos completos”, rezó el comunicado.
En cuanto a las definiciones de caso, la Secretaría de Salud informó que se podría confirmar la relación de la enfermedad y el cigarrillo electrónico siempre y cuando se reúnan las siguientes características: se haya hecho uso del vapeo en el lapso de los últimos 90 días, se presenten infiltrados pulmonares, haya una ausencia de infección pulmonar en la evaluación inicial y haya ausencia de evidencia en la historia clínica de un diagnóstico alternativo plausible.
Se considerará un “caso probable” cuando, además del consumo de cigarrillo electrónico en el último mes y medio y la presencia de infiltrados pulmonares, el médico considere que una infección pulmonar presente no sea la única causa de la lesión.
Además, la cartera sanitaria instó a los equipos de salud a notificar de todos los casos confirmados y posibles al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud en el período de los 7 días siguientes a ser identificados. Esa recomendación incluye desde el propio neumonólogo que atendió al paciente hasta los especialistas en imágenes o bioquímicos que hayan participado en los análisis.
En tanto, el documento también aportó algunos datos que parte de la población en general todavía podía desconocer acerca del vapeo:
“Los cigarrillos electrónicos emiten AEROSOL y NO vapor de agua. Los cigarrillos electrónicos NO son inofensivos. El aerosol contiene numerosas sustancias tóxicas y cancerígenas, además de nicotina que mantiene la adicción. Aún cuando el tanque está rotulado como libre de nicotina, puede contenerla (...) Se desaconseja el uso de cigarrillo electrónico, tanto en espacios abiertos como cerrados, ya que la evidencia científica muestra que liberan sustancias tóxicas al medio ambiente y afectan a otras personas”, se redactó en el comunicado.
Asimismo, el alerta epidemiológica advirtió sobre los componentes peligrosos del aerosol del vapeo ("sustancias químicas que causan cáncer, metales pesados o saborizantes como diacetilo que causa enfermedades pulmonares graves"), así como los riesgos de la ingesta de los líquidos y los riesgos de explosiones o incendios ante la presencia de "bacterias defectuosas".
"Los cigarrillos electrónicos se promocionan por redes sociales apuntando a niños, niñas y adolescentes. Se venden tanques que contienen numerosos sabores; la mayoría atractivos para los niños. No hay datos científicos conclusivos de que sirvan para dejar de fumar. Quienes los usan con ese fin en la mayoría de los casos terminan dependiendo de los cigarrillos electrónicos y mantienen el consumo de nicotina, o usando ambas formas (cigarrillos convencionales y electrónicos)", se completó en el informe.
Fuente: Infobae