Tras meses de especulaciones, Bodega Norton, una de las compañías vitivinícolas líderes y de mayor trayectoria del país, fundada en 1895 en Luján de Cuyo, Mendoza, comunicó su presentación en Concurso Preventivo de Acreedores.
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SUSCRIBITELa empresa tiene que reestructurar una deuda de 30 millones de dólares.
Tras meses de especulaciones, Bodega Norton, una de las compañías vitivinícolas líderes y de mayor trayectoria del país, fundada en 1895 en Luján de Cuyo, Mendoza, comunicó su presentación en Concurso Preventivo de Acreedores.
Esta decisión, según lo expresó su CEO, Tomás Lange, fue tomada con el objetivo primordial de "asegurar los puestos de trabajo y la continuidad de la operación". El directivo justificó la medida aludiendo a la necesidad de evaluar distintas alternativas de solución a la situación financiera de la compañía, en el marco de un "contexto desafiante para la industria vitivinícola tanto a nivel local como internacional".
La empresa, que destaca tener presencia en más de 72 países, reafirmó su compromiso con sus colaboradores y la comunidad, asegurando que continuará trabajando con el mismo espíritu de excelencia que la caracteriza desde hace 130 años.
La reestructuración que enfrenta Norton es significativa. De acuerdo con los registros de la Central de Deudores del Banco Central, la deuda total con entidades financieras que deberá abordar asciende aproximadamente a unos $44,3 mil millones de pesos, o más de 44.000 millones. Este monto es equivalente a unos US$ 30 millones, calculados al tipo de cambio oficial BNA de $1.475.
A la compleja situación se suman los problemas de liquidez inmediata, evidenciados por los cheques rechazados. Hasta el momento, Bodega Norton acumula 108 cheques rechazados, por un monto que asciende a $1.442.042.073,33, aunque otros registros señalan que superan los $1.100 millones. Proveedores consultados aseguran que la deuda exigible "en calle" de la empresa podría ser aún mayor a lo que muestran los datos del Banco Central.
El pedido de concurso preventivo de una bodega de la envergadura de Norton ha disparado temores en la industria, que ya anticipa un posible "efecto cascada". El sector se encuentra "golpeado por un consumo planchado, la baja en las exportaciones y el alza en los costos internos", en un escenario general de economía en contracción y gastos crecientes.
Caída del Consumo Interno:
La situación en el mercado local es delicada, con un consumo que no repunta. Los datos más recientes del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) muestran que entre enero y septiembre de 2025, la comercialización total de vinos en el mercado interno experimentó una contracción del 2,5% en comparación con el mismo período de 2024.
El desempeño es dispar según el tipo de vino:
De hecho, el rubro de bebidas alcohólicas es el peor dentro de la canasta general de productos de primera necesidad en lo que va del año. Mientras el consumo general mostró una leve suba del 1,8%, el sector vitivinícola acumuló una caída en volumen del 6,8% en los primeros nueve meses de 2025.
Baja en las Exportaciones:
El frente externo tampoco ofrece consuelo. Las exportaciones de vino acumularon una caída del 6,3% en volumen entre enero y septiembre de 2025, respecto del año anterior.
La tendencia negativa se profundiza en ciertos segmentos:
A pesar de la tendencia general a la baja, algunos segmentos lograron avances, como los vinos blancos (+1,8% en el total, +0,9% en fraccionados, y +5,9% en granel).
El panorama actual es complejo y se mezcla con las dificultades de la macroeconomía (inestabilidad financiera y cambiaria) y las tendencias del mercado global, que también experimenta una caída del consumo.
Para el productor argentino, el desafío es claro: según un informe sectorial, para ser competitivo y rentable en la actualidad, "es necesario vender menos cantidad a un precio mayor". Además, se exige una constante innovación para asegurar un lugar en una góndola global que ofrece cada vez más opciones.
