El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, subió al escenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas el martes para jactarse de las mejoras de seguridad en su país, al que presentó como una suerte de panacea en medio de un mundo que "se está cayendo rápido". Lo escuchaba atento Javier Milei, quien aprovechó la ocasión para elevar críticas al organismo. El mandatario argentino recibirá este lunes por la tarde a su par salvadoreño, en el que será un encuentro de aliados políticos.
Se trata de la primera vez de Bukele en el país. Aunque había sido invitado a la asunción presidencial del libertario, se ausentó en aquel entonces porque estaba de licencia preparando la campaña con la que alcanzó la reelección. No obstante, ambos mantuvieron un encuentro privado en julio pasado.
Desde que asumió las riendas del Poder Ejecutivo, Milei ha mostrado su admiración por el combate contra el crimen llevado adelante por la gestión de Bukele. Incluso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también viajó a El Salvador y firmó un convenio para combatir el el delito transnacional.
Al recibir a Bukele, Javier Milei sentará a su mesa a un líder cuestionado por múltiples organismos internacionales. A principios de septiembre la Asamblea Legislativa de ese país, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), aprobó la trigésima ampliación del régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022 y que suspende derechos constitucionales. De esta manera, la extensión fue aprobada por un mes más sin debate legislativo, con lo que se sigue negando el derecho a la defensa de los detenidos, la inviolabilidad de las telecomunicaciones y la detención administrativa máxima de 3 días.
La excepción que se volvió regla: derechos humanos en El Salvador
En diálogo con Ámbito Santiago Juncal, director de Política y Justicia Internacional en Amnistía Internacional Argentina, explicó que el estado de excepción “no es acorde con la propia constitución de El Salvador ni con las obligaciones que dicho país tiene con distintos organismos internacionales en materia de derechos humanos”. En línea con esto, explicó que la herramienta “se convirtió en un mecanismo permanente de represión y de violación a los derechos constitucionales”.
Las consecuencias del estado de excepción son amplias y llegan incluso a erosionar el tejido social, modificando su conformación. "La mayor parte de las personas detenidos son jefes de hogar, lo que genera que deban salir a trabajar otras personas que componen ese núcleo, como es el caso de muchos niños y niñas”, ejemplificó Juncal.
"El estado de excepción excede completamente al objetivo de combatir la criminalidad, aparece una suspensión de derechos y garantías que afecta a la vida civil y políticas. Hay personas que tienen determinada adscripción política o actividad vinculada a la sociedad civil que son encarceladas y ahí es donde detectamos un problema importante, nos parece preocupante que el modelo sea replicado”, añadió.
“Vale mencionar que todo esto se lleva adelante con la coordinación cómplice de los tres poderes del Estado, porque uno suele hablar de Bukele pero en realidad es todo el aparato abocado a sostener este instrumento jurídico institucional que es el estado de excepción”, explicó.
Pero la extensión del estado de excepción no es lo único que preocupa a los organismos internacionales o a las organizaciones civiles de El Salvador. Según cifras de Amnistía y la CIDH de la OEA, más 73.000 personas fueron detenidas desde 2022, de las cuales a la gran mayoría se le impuso prisión preventiva. Por este motivo, el sistema penitenciario salvadoreño enfrenta niveles críticos de hacinamiento, con un índice de ocupación que alcanzó el 300%, lo que equivale a más de 100.000 personas reclusas.
A su vez, desde el inicio del estado de excepción se registraron al menos 190 muertes bajo custodia del Estado provocadas por la tortura y la falta de atención médica.
En materia de derechos civiles, según organizaciones locales en 2023 se detuvo al menos a 16 sindicalistas y se presentaron contra ellos cargos por delitos tales como desórdenes públicos y resistencia al arresto durante protestas pacíficas. La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) registró entre marzo de 2022 y julio de 2023, 222 violaciones de la libertad de expresión y 385 casos de hostigamiento contra periodistas y medios de comunicación, generalmente en forma de ataques digitales y declaraciones estigmatizantes.
Así y todo, los índices de popularidad de Bukele están por encima de la media y fue reelecto con más del 80% de los votos. El terreno de sangre regada por las maras en los años previos a su llegada al poder propició que su política en materia de seguridad sea recibida con alivio y beneplácito por buena parte de la población.
De hecho, varios gobiernos intentaron hacerse eco de buena parte de sus políticas como Ecuador, Honduras e incluso la Argentina. El Centro de Confinamiento del Terrorismo, la mega cárcel construida en 2023 de donde salen las imágenes cinematográficas de presos reducidos y con el torso desnudo, busca ser modelo de exportación.
Pero además, y justamente de la mano de esas escenas dignas de Hollywood, Bukele ganó una fuerte batalla cultural en la sociedad salvadoreña al quedar asociado como quien puso fin al terrorismo. A eso se suma una imagen que todo el mundo quiere comprar: se trata de un hombre joven, carismático, padre cariñoso, con una esposa hegemónica y un look cool.
A esto se suma que, desde su victoria en las elecciones de 2019, Bukele logró desmantelar el bipartidismo histórico que imperaba en ese país, reduciendo a la oposición y desarticulando a sus votantes.
La agenda de Nayib Bukele en la Argentina
Iniciando con encuentro bilateral el lunes 30, la estadía del salvadoreño durará un total de tres días y sumará encuentros con funcionarios del gabinete presidencial y del poder legislativo.
En este contexto está previsto un encuentro entre la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y Gustavo Villatoro, ministro de Justicia y Seguridad Pública salvadoreño.
La visita del líder centroamericano también incluiría reuniones con la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem.
Fuente: Ámbito