El avance de los modelos de inteligencia artificial ha permitido analizar a fondo el comportamiento humano desde una perspectiva diferente. Asistentes conversacionales como ChatGPT y Gemini permiten identificar patrones, al punto que pueden ayudar a ofrecer pautas para detectar a una mala persona en solo cinco minutos durante una conversación.
Si bien, esto no constituye una ciencia exacta, sí existen señales tempranas que pueden alertar sobre posibles intenciones negativas o rasgos tóxicos en la interacción social.
Para entender todos estos indicios, múltiples psicólogos y científicos han investigado los comportamientos humanos. Por ejemplo, John Gottman, psicólogo e investigador de la Universidad de Washington, identifica el desprecio expresado a través de burlas y sarcasmo como claves de una dinámica negativa, mientras que Daniel Goleman, referente en inteligencia emocional, considera que cuando una persona interrumpe y no presta atención, significa que son rasgos de falta de competencia social.
La IA de OpenAI, ChatGPT, sostiene que ciertos comportamientos observables al inicio de una conversación pueden funcionar como banderas rojas. Estas alertas se fundamentan en investigaciones sobre análisis del lenguaje y dinámicas interpersonales, siguiendo criterios respaldados por expertos en psicología social, como Carl Rogers y Daniel Goleman.
Incumplir normas básicas de cortesía, como interrumpir o invadir el espacio personal, puede evidenciar un estilo de comunicación agresivo. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un primer determinante lo conforma el uso excesivo de pronombres personales en singular como “yo”, “mi” o “me”. Si una persona monopoliza la charla, evita hacer preguntas genuinas sobre el interlocutor y despliega relatos autorreferenciales, esto puede revelar bajos niveles de empatía y tendencias egocéntricas.
El equilibrio en la conversación también resulta significativo. Cuando este se rompe desde el primer contacto verbal, existe la posibilidad de que la persona busque imponer su visión o restar valor a la perspectiva ajena.
Otra señal que subraya ChatGPT involucra la tendencia a emitir juicios tajantes o utilizar el humor para degradar. Comentarios despectivos hacia terceros, chistes basados en estereotipos o críticas ácidas hacia exparejas y desconocidos revelan patrones de desprecio.
Este estilo comunicativo tiende a replicarse con nuevos conocidos, afectando la dinámica del vínculo desde su origen. Otras señales son las siguientes:
Narrativas victimistas y negatividad constante son señales de desinterés en asumir responsabilidades emocionales. (Imagen Ilustrativa Infobae)
- Incumplimiento de normas básicas de cortesía
Las reglas básicas de interacción social, como no interrumpir, mantener contacto visual adecuado, evitar revisar el teléfono durante la conversación y respetar el espacio personal, también funcionan como indicadores.
Un patrón donde la persona interrumpe de manera reiterada, eleva el tono para imponerse, o invade el espacio del otro puede hablar de un estilo de comunicación dominado por la agresividad, el control o la baja autorregulación emocional.
- Narrativas centradas en la victimización
El relato personal construido desde el victimismo resulta llamativo en los primeros minutos. Frases como “todos me traicionan” o “nunca encuentro a alguien que me valore” pueden denotar una visión rígida o victimista de la realidad.
Las personas que despliegan una escucha deficiente demuestran desinterés genuino en el interlocutor. Esto se manifiesta cuando no recuerdan información compartida, contestan en términos genéricos o redirigen rápidamente la charla hacia su propia persona. La ausencia de este rasgo suele correlacionar con una frialdad emocional o con intenciones únicamente instrumentales en el vínculo.
Gemini coincide en la dificultad de juzgar acertadamente a alguien en los primeros cinco minutos, sin embargo, aporta una serie de señales específicas a las que conviene prestar atención. Estas banderas rojas no buscan etiquetar de inmediato a una persona como “mala”, pero sí invitan a observar la dinámica inicial del diálogo.
- Falta de empatía o interés genuino
La empatía surge como factor central. Gemini aconseja observar si la persona interrumpe de manera constante, habla únicamente de sí misma, no formula preguntas sobre el otro o minimiza las emociones y preocupaciones ajenas.
- Comportamiento arrogante o condescendiente
La arrogancia sale a la luz cuando alguien asume una actitud de superioridad, presume de logros de forma desmedida o corrige al interlocutor en detalles triviales. Bromas a costa de otros presentes o ausentes y comentarios desdeñosos resultan signos de un trato despectivo que amenaza el respeto mutuo.
- Manipulación o intentos de control
El control y la manipulación se visibilizan en halagos excesivos e inverosímiles, preguntas invasivas demasiado personales para el contexto, y la tendencia a acaparar la conversación. Monopolizar el diálogo puede indicar un deseo de protagonismo y una aversión al intercambio equitativo.
- Negatividad o quejas constantes
El pesimismo y las quejas reiteradas constituyen indicadores adicionales. Persona que abunda en relatos negativos sobre cualquier aspecto —tráfico, clima, relaciones o trabajo— suele proyectar una visión fataa o asumir el papel de víctima sin responsabilizarse por su entorno. Además, quien recurre a chismes o críticas profundas contra personas desconocidas revela con su actitud la probabilidad de que pueda actuar del mismo modo con el interlocutor futuro.
- Inconsistencia o falta de autenticidad
Aspectos como el lenguaje corporal incongruente, respuestas evasivas o una perfección forzada pueden traslucir una fachada poco sincera. La autenticidad genuina resulta clave en cualquier vínculo, por lo que la presencia de actitudes demasiado pulidas o forzadas debería levantar preocupación según los modelos de IA.
FUENTE: Infobae