Con el paso del tiempo, las toallas tienden a perder suavidad, volverse ásperas y desprender un olor a humedad que parece imposible de eliminar. Afortunadamente, existe un truco casero y económico que permite recuperar la textura original y un aroma fresco sin recurrir a lavandina ni otros químicos agresivos.
Qué necesitás
Estos dos ingredientes naturales ayudan a eliminar residuos de jabón y minerales del agua, suavizando las fibras y dejando las toallas listas para usar nuevamente.
Paso a paso para dejar las toallas como nuevas
-
Colocá las toallas en el lavarropas y verté una taza de vinagre blanco directamente en el tambor, sin detergente ni suavizante.
Iniciá un ciclo completo con agua caliente para que el vinagre actúe sobre los residuos acumulados.
Sin sacar las toallas, agregá media taza de bicarbonato de sodio y poné otro ciclo de lavado con agua caliente.
Secá al sol: la luz solar funciona como blanqueador natural y elimina cualquier resto de humedad. Si usás secarropas, evitá el exceso de calor para no dañar las fibras.
Leé más: El truco casero e infalible para devolverle la vida a tus zapatillas blancas
Por qué funciona este truco
El uso diario y el exceso de detergente pueden acumular residuos que endurecen las fibras y generan mal olor. El vinagre y el bicarbonato descomponen estos residuos, restaurando la suavidad y mejorando la capacidad de absorción de las toallas.
Consejos adicionales para prolongar la vida de tus toallas
-
No uses suavizante en cada lavado, ya que puede afectar la absorción.
Guardá siempre las toallas completamente secas en un lugar ventilado.
Repetí el truco ocasionalmente para mantener la frescura y suavidad por más tiempo.