En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha que invita a reflexionar sobre la salud mental y la importancia del acompañamiento en momentos críticos, se destaca la tarea silenciosa pero vital del Gabinete Psicológico del CISEM 911, que funciona bajo la órbita de la Dirección de Emergencia y Monitoreo.
Conformado por cinco licenciados en Psicología que realizan guardias rotativas las 24 horas, los 7 días de la semana, el gabinete brinda asistencia inmediata a personas en situaciones de crisis, y acompaña a las Fuerzas de Seguridad en intervenciones complejas, donde cada segundo cuenta.
Las llamadas al 911 que involucran intentos de suicidio, violencia de género, maltrato o abandono reciben una primera contención emocional por parte del equipo, cuyo objetivo principal es sostener a la persona hasta la llegada de un móvil policial. Desde el otro lado de la línea, la escucha activa y la empatía se convierten en herramientas clave para intervenir en medio de la urgencia.
Pero el trabajo no se limita al llamado telefónico. El gabinete también asesora a familiares, personal educativo y entornos cercanos que necesitan orientación para afrontar situaciones de riesgo. En los casos más delicados, los psicólogos brindan apoyo directo al personal policial que interviene en el lugar, colaborando en la toma de decisiones y en la contención de todas las partes involucradas.
Además de la tarea en emergencias, el equipo desarrolla talleres y capacitaciones dirigidas a los operadores del 911. El foco está puesto en el autocuidado y en brindar herramientas que les permitan enfrentar situaciones de alta carga emocional sin descuidar su propia salud mental.
En cada intervención, el mensaje es claro: 'nadie está solo'. Escuchar, contener y guiar se vuelve una forma de salvar vidas, con humanidad, compromiso y profesionalismo.
¿Qué señales de alerta debemos reconocer en un ser querido?
Aislamiento, desesperanza, cambios bruscos en la conducta y mensajes vinculados con la propia muerte. Son pedidos de ayuda que no debemos minimizar; por eso, ante estas situaciones debemos pedir ayuda de manera inmediata.
¿Qué puede hacer alguien que está en crisis o un familiar preocupado?
Dentro de lo posible, no asustarse: muchas veces el miedo nos aleja. Es importante mantener la calma, acompañar a la persona y organizar juntos la búsqueda de ayuda inmediata. Acudir a un centro de salud, a un profesional de salud mental, y nunca dejar sola a la persona en crisis. Lo que sí sabemos es que los tratamientos, tanto farmacológicos como psicoterapéuticos, han demostrado ser útiles en estas situaciones. Facilitar el acceso oportuno al sistema de salud -ya sea a salud mental o a cualquier profesional de la salud- es fundamental para que la persona llegue al especialista indicado.