Este lunes, una interrupción masiva en Amazon Web Services (AWS), el servicio de infraestructura en la nube más utilizado del mundo, provocó un verdadero apagón digital global. Miles de plataformas, aplicaciones y servicios online quedaron temporalmente fuera de funcionamiento, generando un efecto dominó que afectó desde billeteras virtuales hasta videojuegos y herramientas de trabajo.
Usuarios de distintas regiones reportaron fallas simultáneas en redes sociales, sistemas financieros y aplicaciones de entretenimiento. Entre los servicios más afectados estuvieron Fortnite, Canva, Roblox, Disney+, Steam, Snapchat y el buscador de inteligencia artificial Perplexity. En Argentina, la caída impactó especialmente en Mercado Pago, Ualá y Naranja X, donde los usuarios no pudieron realizar pagos ni acceder a sus cuentas.
Amazon confirmó que estaba investigando “un aumento en las tasas de error y latencias en múltiples servicios de AWS” y aseguró que sus ingenieros trabajaban “activamente para mitigar el problema y entender su causa raíz”. Posteriormente, se reveló que la falla se originó en un centro de datos ubicado en Virginia del Norte, uno de los más grandes y antiguos de la compañía.
El sitio especializado Downdetector registró picos de reportes en más de 50 servicios diferentes, incluidos Amazon DynamoDB, Robinhood y Coinbase. En Europa, bancos como BBVA e ING y operadoras como Movistar y Orange reportaron problemas de conectividad, mientras que algunos comercios no pudieron procesar pagos por la interrupción en la nube.
El incidente volvió a poner en debate la dependencia global de unos pocos proveedores de servicios digitales. Microsoft, Google y Amazon concentran gran parte del tráfico en la nube mundial, y cada caída evidencia que un solo error técnico puede dejar sin acceso a herramientas fundamentales de trabajo, comunicación y transacciones económicas en todo el planeta.