El café, consumido a diario por millones de personas, es conocido por sus efectos estimulantes, los cuales se deben principalmente a la cafeína, una sustancia que actúa en el sistema nervioso central para aumentar la atención y el estado de alerta. Aunque tradicionalmente ha sido valorado por su capacidad para brindar energía, en la actualidad se han identificado tanto beneficios como riesgos en su consumo.
Diversos estudios permitieron comprender mejor los efectos del café en la salud, estableciendo límites sobre su consumo ideal y las poblaciones que deben evitarlo.
Investigaciones recientes destacaron que el café, cuando se consume sin azúcar y en cantidades moderadas, puede ser beneficioso para la salud. Un estudio en Science Direct mostró una relación entre el consumo regular de café y un menor riesgo de prediabetes y diabetes tipo 2.
En este estudio, realizado durante más de cinco años con 1.878 adultos, se observó que aquellos que consumían café habitualmente tenían una menor incidencia de estas condiciones en comparación con quienes no bebían café.
Además, según la nutricionista Sylvia Rodríguez Vélez, el café contiene antioxidantes que pueden contribuir a la prevención de enfermedades hepáticas, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer de hígado y, potencialmente, otros tipos de cáncer. También se ha asociado con una disminución en la probabilidad de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Además, Rodríguez resaltó, sin embargo, que estos efectos se observan principalmente cuando la bebida se integra en un estilo de vida saludable y se evita su consumo excesivo.
De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), se recomienda que los adultos no consuman más de 400 miligramos de cafeína al día, lo cual equivale a entre cuatro y cinco tazas de café de 236 mililitros (8 onzas). Este límite permite disfrutar de los beneficios del café sin correr los riesgos asociados a su consumo excesivo.
La variabilidad en el contenido de cafeína, que depende del tipo de café y su preparación, hace importante tener en cuenta la cantidad exacta de cafeína ingerida para no sobrepasar el límite recomendado.
Consumir café en exceso puede tener efectos adversos en la salud. MedlinePlus reveló que el consumo elevado de cafeína puede ocasionar inquietud, temblores, insomnio, dolores de cabeza, mareos, aumento del ritmo cardíaco, deshidratación y ansiedad. Además, la dependencia a la cafeína puede volverse un problema, ya que el cuerpo puede requerir dosis cada vez mayores para obtener el mismo efecto. Si una persona dependiente intenta reducir su ingesta de cafeína, puede experimentar síntomas de abstinencia como dolores de cabeza y fatiga.
También se ha observado que el consumo de café puede reducir la absorción de hierro en el cuerpo debido a los taninos que contiene. Para evitar este efecto, se recomienda tomar café al menos una hora antes o después de las comidas principales. Asimismo, aquellos con hipertensión, ansiedad o problemas de sueño deben consultar con un médico sobre la cantidad de café que pueden consumir de manera segura.
Ciertas personas deben evitar o limitar su consumo de café. MedlinePlus recomienda que las mujeres embarazadas y aquellas que están en periodo de lactancia reduzcan la cafeína, ya que esta puede pasar al bebé a través de la placenta o la leche materna.
Además, los adolescentes y niños no deberían consumir cafeína, pues puede afectar su sueño y desarrollo. También se recomienda que, si los adolescentes consumen café, se limite a un máximo de 100 miligramos al día (aproximadamente una taza de 8 onzas) y que no interfiera en su descanso.
Asimismo, las personas que padecen insomnio, migrañas, ansiedad, reflujo gastroesofágico o arritmia, o quienes tienen presión arterial alta y toman medicamentos como estimulantes, ciertos antibióticos, broncodilatadores o medicamentos para el corazón deben consultar con un profesional de la salud para evitar interacciones negativas entre la cafeína y sus tratamientos.
FUENTE: Infobae