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SUSCRIBITE Activistas sostienen carteles con la frase "Paren la violencia sexual" y "Liberen Indonesia de la violencia sexual" durante una manifestación por el Día Internacional de la Mujer, en Yakarta, Indonesia, el 8 de marzo de 2022. (AP Foto/Tatan Syuflana)
Personas se manifiestan afuera del parlamento en Yakarta, el jueves 21 de abril de 2022. (AP Foto/Dita Alangkara)
Mientras en algunas partes del mundo las normas hacia la tolerancia y las libertades individuales se van flexibilizando, incluso en nuestro país con la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo, por citar un ejemplo, en otros países las cosas se van comiendo más rigurosas. Así sucede en Indonesia con la aprobación de la reforma del código penal que criminaliza el sexo extramatrimonial. Ahora ser infiel en ese país tiene pena de prisión.
En medio de fuertes protestas por la polémica reforma, el Parlamento de Indonesia aprobó por unanimidad la norma que alcanza tanto a los ciudadanos como a los turistas por igual. Este nuevo código, que tiene un periodo de tres años para implementarse, según señala la Agencia AP, convierte al sexo fuera del matrimonio en delito castigado con un año de cárcel. Mientras el convivir con alguien que no sea una pareja matrimonial tendrá la pena de seis meses de prisión.
Pero no es la única modificación que ha despertado la alerta en los grupos de derechos humanos e incluso el director para Indonesia de Amnistía Internacional, Usman Hamid, quien dijo a la agencia AFP que “estas leyes represivas deberían haber sido abolidas”.
Otra de las modificaciones aprobadas apunta a la promoción de anticonceptivos, blasfemias religiosas e insultos a funcionarios políticos. Incluso este último punto, de ser denunciando por el propio mandatario nacional puede suponer una pena de 3 años de prisión efectiva.
Además, se mantiene al aborto como un crimen, salvo en casos de mujeres con problemas médicos cuyo embarazo signifique un riesgo de vida y por casos de violación, siempre y cuando el feto tenga menos de 12 semanas de gestación.
Pese a las modificaciones al código que restringen las libertades individuales, los legisladores acordaron eliminar un artículo propuesto por grupos islámicos que habría ilegalizado el sexo homosexual, lo que representó una victoria para la comunidad LGBTIQ+ del país.
Grupos de derechos criticaron varias de las reformas como demasiado amplias o vagas, y advirtieron que apresurar su aplicación podría penalizar actividades normales y amenazar la libertad de expresión y los derechos de privacidad. Señalan que supone un control de la moralidad y un giro hacia el fundamentalismo en un país largamente alabado por su tolerancia religiosa, cuya Constitución defiende el laicismo.
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