Después de más de dos años con sus puertas cerradas, la Casa de la Bondad volverá a recibir a personas con enfermedades terminales en situación de vulnerabilidad. La reapertura será posible gracias a un acuerdo clave con los ministerios de Salud y de Desarrollo Humano del Gobierno de San Juan, y al impulso solidario de la campaña “Somos 100”, que logró reunir una cifra millonaria en su última cena benéfica.
La Casa de la Bondad, gestionada por la Fundación Manos Abiertas, había cesado sus actividades en el 2023, luego de una década de trabajo ininterrumpido en la que acompañó a más de 200 sanjuaninos en sus últimos días de vida. La falta de recursos para sostener al personal de enfermería había forzado su cierre, dejando en pausa una tarea profundamente humana: brindar atención física, emocional y espiritual a quienes más lo necesitan.
Llegan los enfermeros
Hoy, esa pausa llega a su fin. Silvina Dibella, presidenta de la fundación, confirmó que se ha firmado un nuevo convenio que garantiza que el Ministerio de Salud aportará siete enfermeros, mientras que Desarrollo Humano colaborará en la logística y el acompañamiento social. “Estamos en la etapa de firmas y trámites administrativos, pero podemos decir que la reapertura está muy cerca”, adelantó.
La meta es que la reapertura se logre en noviembre, el mes en que la Casa abrió por primera vez sus puertas hace diez años. Durante esa década, en la sede ubicada en Paula Albarracín de Sarmiento, entre Ignacio De La Roza y Avenida Córdoba; se brindó atención física y emocional a más de 200 sanjuaninos hasta el último día de sus vidas. Pero se vio obligada a "poner en pausa" sus servicios el 31 de mayo de 2023 por no contar con los fondos suficientes para mantener al personal de enfermería.
La Casa de la Bondad tiene como misión aliviar y cuidar a personas con diagnóstico final de vida que no tienen familias o no cuentan con las condiciones adecuadas para ser atendidos. Los criterios de ingreso para los pacientes son la vulnerabilidad social y el diagnóstico terminal de vida.
La doctora Eugenia Ensabella, médica paliativista del Hospital Rawson, será la directora médica de la Casa de la Bondad. “Ella será la encargada de organizar los turnos de enfermería y de derivar a los pacientes, basándose en la necesidad que conoce "desde adentro" del hospital”, dijo Dibella.
El "empujón tremendo" de Somos 100
La acción de la gala solidaria "Somos 100", organizada por los empresarios Marcelo Videla y Miguel Ángel Alessi, fue vital para la activación de la casa. La cena, realizada por tercera vez en la provincia el pasado jueves 2 de octubre, para convocar la sensibilidad social de los industriales y mineros más poderosos de San Juan, superó la recaudación del año anterior, alcanzando los 30 millones de pesos. Este monto será repartido en partes iguales entre la Casa de la Bondad y la Fundación Beraca.
Para la Casa de la Bondad, este dinero representa un "empujón tremendo", según dijo Dibella. Agregó que los fondos se usarán para los gastos de activación de la casa, como la compra de insumos básicos diarios (carne, pañales) hasta que "toda esa rueda de donación empiece a girar otra vez". La inyección de capital de la edición anterior de Somos 100 ya había permitido realizar mejoras edilicias como pintar, arreglar problemas de humedad y cambiar luminarias.
Donaciones millonarias para los hogares Beraca
Las Comunidades Beraca son hogares diseñados para recibir a personas en situación de calle, con adicciones varias y marginalidad, con la intención de coordinar esfuerzos para cambiar su realidad. Este año esa fundación también fue beneficiada por la recaudación de "Somos 100", recibiendo la mitad de los 30 millones de pesos recaudados en efectivos. Pero esta no fue la única ayuda.
- La empresa Medical –a través del empresario Pablo Meglioli- donó una movilidad para los hogares y una casa con un local comercial, valorada en $120.000 dólares, donde los hogares Beracca planean instalar una fábrica de pastas y una panadería.
- El Ministerio de Desarrollo Humano contribuyó directamente con 8 millones de pesos en maquinaria e insumos para que dicha panadería y fábrica puedan operar.