Hoy se reanuda la distribución de agua para riego por los canales sanjuaninos y los regantes exigen a las autoridades que les den el mismo volumen que el año pasado. Desde el CIGIAA, centro que agrupa a expertos que estudiaron el déficit hídrico salieron con fuertes advertencias.
Exhortaron a hacer un uso eficiente del agua ante el déficit que trajo la sequía en San Juan, y el inicio de una nueva temporada agrícola. Además, insistieron con cuidar el agua de los embalses y los acuíferos. En cuanto al agro, piden cambiar el paradigma de gestión del recurso hídrico: usar el agua que realmente requiere cada cultivo y no derrochar. Este panorama se ha acentuado en las últimas décadas debido al incremento en la demanda de agua, y a la menor disponibilidad de agua superficial.
El Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión del Agua en el Árido (CIGIAA), realizó a principios de año un profundo diagnóstico interinstitucional al que denominó "Estado de situación de los recursos hídricos en la Provincia de San Juan". Allí están el Instituto Nacional del Agua (INA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
En el documento volcaron una serie de recomendaciones para un uso eficiente en la temporada 2024-25, a poco tiempo del inicio de una nueva temporada de uso del agua para riego en San Juan, del 1º de octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2025.
Acuíferos
Los expertos aseguran que los acuíferos subterráneos se han sobreexplotado en los últimos años, y que eso ha causado un desequilibrio entre la extracción de agua subterránea y la tasa de recarga natural, provocando una disminución constante de los niveles freáticos, hasta el punto de haber alcanzado sus mínimos históricos. Hablan de una merma de 3 metros anuales en el acuífero libre y de 1 metro por año en el acuífero confinado, lo que sugiere un desbalance de 240 Hm3 anuales (más de un dique de Ullum al año). “La sobreexplotación afecta no solo la disponibilidad de agua en el corto plazo, sino también la calidad del agua, ya que la reducción en los niveles de los acuíferos puede llevar también a la degradación de la calidad del recurso”, explicaron.
Diques
El documento advierte que es vital mantener los niveles adecuados en los embalses, tanto por razones de seguridad como para preservar la calidad del agua. El documento hace énfasis en la necesidad de modernizar y mejorar la gestión de los recursos hídricos en San Juan, y propone la adopción del modelo de gestión de embalses desarrollado por la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ, para optimizar el uso del agua almacenada en los embalses. Según ese modelo, entre 2008 y 2022 se podría haber sostenido una entrega anual para riego de 760 hm3, los 87 hm3 para agua potable y los 212 hm3 para derivar por el lecho del río, permitiendo recargar naturalmente el acuífero y aportando a un caudal mínimo ecológico para la cuenca baja.
Distribución del agua para riego
Aseguran que la demanda real de agua de toda la superficie cultivada en los valles sanjuaninos es de, aproximadamente, 600 hm3, siendo el consumo hídrico de los cultivos en tierras con derecho de riego de 480 hm3 (70% de la superficie). Al mejorar la eficiencia global del sistema de riego se podría abastecer con agua superficial el 100% de las necesidades hídricas de los cultivos en tierras con derecho de riego. El acuífero sólo sería explotado en tierras sin derechos de riego superficial o en situaciones puntuales ante una sequía extrema.
El documento completo se puede leer aquí:
FUENTE: canales