A poco de terminar el 2025 y en la antesala de la presentación del Presupuesto 2026, el ministro de Economía de San Juan, Roberto Gutiérrez, se sentó en el estudio de Paren las Rotativas y habló a fondo sobre el rumbo económico de la provincia.
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SUSCRIBITEEn un diálogo a fondo, el titular de Economía analizó la caída de la recaudación de San Juan, el estado real de las cuentas que dejó la gestión anterior, el futuro de la deuda, y los efectos que traerán las reformas laborales, previsionales y tributarias que impulsa Nación.
A poco de terminar el 2025 y en la antesala de la presentación del Presupuesto 2026, el ministro de Economía de San Juan, Roberto Gutiérrez, se sentó en el estudio de Paren las Rotativas y habló a fondo sobre el rumbo económico de la provincia.
En una entrevista exclusiva para el streaming de Tiempo de San Juan, desmenuzó los números que marcarán el año próximo, la estrategia salarial en medio de la volatilidad, la caída de la recaudación, la herencia financiera y el impacto que tendrán las reformas nacionales en la gestión local.
Entre definiciones técnicas y proyecciones, dejó también un costado doméstico que sorprendió al aire: contó que en su casa las cuentas las maneja su mujer y que hasta tiene las claves del homebanking. “Cuando quiero pagar algo, le pido que me transfiera”, confesó sonriente, antes de volver a ponerse el traje de ministro para abordar los desafíos económicos de la provincia.
San Juan presentará la próxima semana el proyecto de Presupuesto 2026 ante la Cámara de Diputados, y según adelantó Gutiérrez, el monto total estará “cerca de los 3 billones de pesos”.
El número refleja un incremento cercano al 30% respecto de lo pautado para 2025, aunque aclaró que esa comparación -de “punta a punta”- ya no es la más adecuada en un contexto de inflación fluctuante. “Preferimos trabajar con valores promedio, inflaciones promedio; es más razonable para proyectar”, explicó.
Agregó que las prioridades estarán concentradas en educación y salud, mientras que la obra pública representará alrededor del 16% del gasto total. Subrayó que este no será un presupuesto de “ajuste” ni de “motosierra”, y que para enfrentar la caída de recursos revisa el estado de cuenta de la provincia tres veces por día. “Soy obsesivo con eso”, dijo.
Gutiérrez destacó que en la negociación salarial actual ya se alcanzaron acuerdos con UPCN, ATE y los gremios de salud para los incrementos de noviembre y diciembre. El foco ahora está puesto en cerrar con los docentes un esquema que brinde previsibilidad hasta marzo. Para el ministro, lograr ese plazo trae estabilidad.
Adelantó cuál será el nuevo esquema de negociación salarial cuando la inflación llegue a niveles cercanos a cero: los aumentos salariales deberán alinearse con el crecimiento de la riqueza. Según sus proyecciones, el PBI de San Juan crecerá entre 4% y 5% en 2025 y 4,7% en 2026. “Hay que aguantar ahora; el año que viene puede haber un poquito más de movimiento”, planteó.
Gutiérrez confirmó que San Juan mantiene un nivel muy bajo de endeudamiento, con pagos de amortizaciones e intereses por debajo del 2% del total. Además, remarcó que no se ha tomado nueva deuda en 2024 ni en 2025.
Cuando se le preguntó si la provincia planea tomar crédito, evitó una respuesta directa, pero dejó una definición central: endeudarse no es malo en sí mismo, siempre y cuando se use para gasto de capital como obras, diques o rutas, que trasciendan a una generación.
El funcionario explicó que la recaudación provincial continúa por debajo del ritmo inflacionario. Dijo que octubre cerró con una inflación del 2,3%, que noviembre tendría un registro similar, impulsado por aumentos en frutas, verduras y carne; y que para diciembre estima un índice entre 1,9% y 2%.
También explicó que con una inflación interanual que ronda el 31%, los egresos corren a una velocidad superior que los ingresos. “La recaudación local se ubica 2% por debajo de la inflación, mientras que la política salarial terminará el año por encima de ese índice”.
El ministro admitió que la baja de actividad “pegó más fuerte de lo que nosotros teníamos pensado” y atribuyó la caída de recursos a tres factores: menor actividad económica (en noviembre, la coparticipación cayó 5,3% real interanual); el desplome de recursos discrecionales y las transferencias para obra pública que cayeron prácticamente a cero.
Gutiérrez respaldó la afirmación del gobernador Orrego sobre el “desastre financiero” recibido. Dijo que, al asumir, la provincia estaba “en terapia intensiva”, porque los ingresos crecían muy por debajo de los gastos.
Además, el superávit nominal de 3.000 millones registrado al cierre de 2023 -equivalente al 0,7% de los recursos- se logró mediante ajustes contables e ingresos extraordinarios que no se repetirían.
El ministro sostuvo que había un pasivo no informado que “lo sorprendió”: en diciembre, se estaban pagando deudas de junio, julio y agosto. Es decir, un pasivo acumulado de entre 14 y 15 meses. También detectaron obligaciones históricas sin registrar, como expedientes de horas de suplentes en Educación que databan de 2002, 2003, 2016 y 2017.
El ministro consideró necesarias tanto la reforma laboral como la previsional que impulsa el presidente Milei y sus ministros. Recordó que el sistema jubilatorio nacional insume el 10% del PBI: “Cuatro de cada 10 pesos que gasta el Estado es en jubilaciones”. En lo laboral, calificó de urgente una actualización ante la “informalidad galopante” del país.
Sobre la reforma impositiva, no cree que vaya a ser profunda, ni que el Estado nacional pueda quedarse con solo el 9% del IVA como planteó el ministro “Toto” Caputo. En cambio, sostuvo que la clave está en ampliar la formalización de la economía. Aun así, advirtió que la Nación no debería tocar Ganancias ni IVA, porque son impuestos coparticipables.
Y sobre el pedido de Nación de reducir Ingresos Brutos, explicó que es un impuesto en cascada que debería reemplazarse por un tributo a las ventas, pero descartó eliminarlos porque representan el 15% de los recursos tributarios provinciales.
“No compraría dólares” dijo al referirse a la estabilidad que muestra ahora el mercado cambiario. Incluso dijo que tras la dolarización previa a las elecciones –cuando los argentinos salieron a comprar 20 mil millones de dólares-, cree que parte de esos dólares se van a liquidar ahora para pagar aguinaldos o compras durables. Señaló que el Gobierno nacional evita comprar divisas para no emitir pesos y coincidió en que “la prioridad es la inflación”.
La entrevista completa se puede ver en:
