La idea de una inflación del 3% para marzo o abril, que deje bien parado a Sergio Massa, o al menos al Frente de Todos, de cara a las elecciones generales de este año, chocó contra un tremendo aumento de la carne (entre otros insumos que subieron sus costos) que promete una inflación para enero cercana al 7%, décimas más o menos.
Contra esto el gobierno nacional trabaja en una serie de iniciativas para que no duela tanto en el bolsillo de los trabajadores cuando vayan a la carnicería a comprar el asadito del fin de semana.
Desde fuentes oficiales dejaron trascender el lanzamiento de un plan por el cual habrá un 10% de reintegro a los clientes que compren carne en carnicerías y supermercados y paguen con tarjeta de débito, con un tope de devolución de 1.000 pesos.
Para esto será clave el apoyo que carnicerías, frigoríficos, y grandes cadenas comercializadores le brinden a la iniciativa.
Para los carniceros, el gobierno ofrece como contraprestación un descuento del 90% de la cuota de autónomos; es decir, pagarán a AFIP solo el 10% de la facturación correspondiente por cada categoría.
Además, podrán descontar del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales el 5% de la factura de compra al frigorífico, que podrán usar como crédito fiscal.
Al mismo tiempo se preparan medidas de apoyo al sector productor ganadero, tendientes a mejorar la oferta.