La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ajusta su mirada sobre los movimientos de dinero que circulan entre plataformas digitales. A partir de abril de 2025, se intensificará el monitoreo sobre transferencias realizadas desde una billetera virtual hacia otra que pertenezca al mismo usuario, una práctica común pero ahora bajo observación.
El objetivo del organismo es detectar posibles maniobras para ocultar fondos no declarados. Aunque no hay una restricción explícita para estas operaciones, podrían ser interpretadas como intentos de eludir controles si no cuentan con respaldo documental o si los montos superan ciertos límites.
Las billeteras digitales se han popularizado por ofrecer descuentos, facilidad de uso y agilidad en las transacciones. Muchas personas utilizan más de una al mismo tiempo y mueven dinero entre ellas sin notar que esa actividad, en determinados contextos, puede levantar alertas en el sistema financiero.
El límite que marca la diferencia
Uno de los errores más frecuentes es realizar transferencias por encima de los $600.000 sin documentación que justifique el origen de los fondos. Aunque montos inferiores suelen pasar inadvertidos, cuando se superan esos valores o el saldo mensual alcanza o supera el millón de pesos, ARCA puede activar un proceso de revisión.
La sospecha no se genera solo por el monto, sino también por la frecuencia y el tipo de operación. Si alguien transfiere altas sumas entre sus propias cuentas sin una justificación clara, podría ser interpretado como un intento de ocultar la verdadera procedencia del dinero. En estos casos, el organismo puede solicitar información adicional para comprobar que no se trata de una maniobra irregular.
Además, es importante responder con rapidez ante cualquier requerimiento del banco o de la billetera virtual. Si el usuario ignora o demora la entrega de documentación, la entidad financiera podría elevar un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) ante la Unidad de Información Financiera (UIF), lo que agrava la situación.
Qué documentación pueden pedir ARCA
Si ARCA avanza con una investigación, solicitará papeles que validen el origen del dinero. Entre ellos pueden figurar comprobantes de operaciones comerciales, facturas por ventas de productos o servicios, ingresos registrados como monotributista, recibos de sueldo o certificaciones emitidas por contadores públicos. También se consideran válidos los documentos que acrediten la venta de activos financieros o bienes personales.
La clave está en que toda transacción que supere ciertos montos debe estar respaldada. En tiempos donde el uso de herramientas digitales se multiplica, tener en orden la documentación de ingresos se vuelve fundamental para evitar complicaciones legales o financieras.
El usuario promedio muchas veces desconoce que sus propios movimientos pueden ser objeto de seguimiento. Por eso, más allá de la conveniencia que ofrecen las billeteras, es necesario actuar con previsión y transparencia.
El crecimiento del ecosistema digital no pasa desapercibido para los organismos de control. ARCA apunta ahora a cerrar grietas que puedan permitir la informalidad financiera. El uso intensivo de billeteras virtuales, aunque práctico, requiere responsabilidad.
Evitar transferencias elevadas sin sustento, atender los requerimientos de las plataformas y mantener la documentación al día son claves para no quedar bajo la lupa. Aunque parezca una operación inocente, pasar dinero de una app a otra, aún siendo del mismo titular, puede encender alarmas si no se cumplen con ciertos criterios.
En resumen, el avance de la digitalización financiera también trae nuevas exigencias. Conocer los límites y actuar con respaldo legal es la mejor forma de operar con tranquilidad en el mundo virtual.