El conflicto generalizado por los alquileres en todo el país sumó una arista más. Una propuesta de regulación del mercado que hizo el secretario de Comercio Interior de la Nación, Roberto Feletti, desencadenó un nuevo problema con el que deberán lidiar propietarios, corredores inmobiliarios e inquilinos. Al déficit habitacional y la escasa oferta de viviendas en alquiler, el funcionario dijo no tener una solución, pero la idea es "una mezcla de palo y zanahoria para los propietarios para que oferten sus propiedades". El palo y la zanahoria: impuestos, a favor o en contra, según corresponda. En San Juan, no cayó bien. "Asustan al mercado", dijo el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia, Pablo Domínguez.
Durante la semana, Feletti convocó a la Federación de Inquilinos Nacional y a la Cámara Inmobiliaria Argentina para dar forma a una mesa que permita encontrar una soluciona a un binomio que perjudica a millones de argentinos: menor disponibilidad de viviendas para alquilar y una suba de precios incontenible por la inflación. De hecho, en febrero, el Índice de Contratos de Locación (Icl), que surge del cociente entre el Índice de Precios al Consumidor (Ipc) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), marcó una suba del 52%. Tras los encuentros, el funcionario esbozó su idea de premio y castigo para los propietarios, que generó un rechazo unánime del sector.
Para Domínguez, de la entidad sanjuanina, "no es la solución apretar a los propietarios" porque cualquier gravamen nuevo "se va a trasladar al inquilino" y van a salir perdiendo ambas partes. En opinión del corredor, hay que cambiar tres puntos clave de la ley de Alquileres que se sancionó en 2020: modificar tiempo de duración del contrato; quitar el aumento ajustado a la inflación y evolución de salarios; y ajustar el periodo de actualización de precio.
Sobre el primer punto, la normativa indica que mínimo deben ser tres años de alquiler. La propuesta inmobiliaria es pasarlo a dos para que los contratos no aten al locador y al locatario. En cuanto al segundo punto, la idea es retornar a la época previa a la ley, que el porcentaje de suba sea consensuado entre el propietario y el arrendatario. Finalmente, que la actualización sea semestral o trimestral, no anual.